Texto y fotos: Lorenzo Pascual (web)
El pasado jueves tocaba peregrinar, otra vez, al Kafe Antzokia de Bilbao, no en vano Ryan Bingham descargaba allí su propuesta outlaw, esa que le llevó a ganar un oscar y que presentó un formato pelín autocomplaciente. Iniciaba una gira europea en Bilbao, presentando su última galleta musical, 'American Love Song' (producido por Charlie Sexton), un trabajo de envergadura que le engarza con lo mejor del rock americano.
Principió rocoso (y con la batería acogotando los tímpanos) con los dos primeros temas de su último disco ("Nothin' Holds Me down" y "Jingle And Go") y alcanzando un pico comedido en el tema dedicado a su madre en clave honky tonk "Tell My Mother I Miss Her So". Escarceos con el blues ("Got Damn Blues") dieron paso al set que lo entroncó más con la tradición country y folk. Solo y con la acústica Ryan se envolvió en intimismo y despachó acordes aflamencados ("Malagueña") y deambuló por la frontera cantando en castellano. La banda vovió a salir y si, ya descollaron en temas plenos. "Pontiac" aportó lustre, "Lover Girl" marcó otra cima y, ya en el bis, vino lo mejor de la noche. Otra vez solo con su guitarra, "Nobody Knows My Trouble" discurrió sinuosa y con el encanto de la mejor tradición americana.
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