Algún día, este muchacho ocupará mi lugar” (Howlin‘ Wolf). Con estos precedentes presenta la revista Solo Blues en su 30 Aniversario a James Yancey Jones, conocido profesionalmente como Tail Dragger en una minigira con varios artistas (disfrutamos de Terry Harmonica Bean). Hoy día es el principal discípulo de Howlin ‘Wolf, y fue él quien le dio precisamente ese apodo, debido a su costumbre de llegar tarde a las actuaciones (procede de una de las canciones ya clásicas de Wolf). Tail Dragger siguió a Wolf de club a club, observando y recibiendo consejos de ese ya mítico intérprete, durante más de 20 años. El Lobo permitió a Tail Dragger cantar sus blues mientras Wolf tomaba un descanso en los shows de fin de semana, y pronto “The Tail Dragger” actuaba en sus propias numerosas citas en clubes en los barrios Oeste y Sur de Chicago, forjándose un nombre en la escena del Blues local desde la década de 1960. Jones ganó cierta notoriedad en 1993, tras ser declarado culpable de asesinato en segundo grado de otro músico de blues, el cantante y guitarrista Boston Blackie.

Tail Dragger procede de Altheimer (Arkansas), y durante sus años de formación vio a Sonny Boy Williamson y Boyd Gilmore actuar en fiestas y cenas en el campo. Dragger pronto le familiarizazṕ también con los discos de Jimmy Reed, Muddy Waters y Elmore James y sus gustos musicales quedaron ya como grabados en piedra, de manera que hoy sigue siendo intensamente leal a sus primeras influencias. Según su propia confesión, Tail Dragger sólo canta el blues, ninguna otra cosa: “Esos lowdown blues son todo lo que me gusta… todo lo que siento… y canto lo que siento”, afirma rotundamente. “Es como si me metiera en un trance cuando canto el blues, me olvido de todo lo demás. Nada más importa”.

Tail Dragger encarna el auténtico y descarnado Chicago Blues en su mejor momento: ¡Blues con sentimiento! Debes experimentar una actuación en vivo de Tail Dragger: tu vida no será la misma. Tras el fallecimiento del legendario Howlin ‘Wolf, su salvaje guitarrista Hubert Sumlin se unió a Tail Dragger para gobernar los clubes de blues de ghetto de Chicago West Side.

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