¡¡Por fin!! Tras los meses veraniegos, festejos varios y buen tiempo, se inicia el curso y ya teníamos ganas de que empezara. Los conciertos vuelven a Bilbao tras el paréntesis festivo (muy mejorable en el caso de la Aste Nagusia)  y, así, el pasado jueves día 20 descargaban en el Kafe Antzokia The Zeros (+ Los Tupper), banda prototípica del punk-rock angelino que iniciaba, de esta manera, una gira con diez fechas por todo el estado. Llevan un recopilatorio bajo el brazo, “Don’t push me around”, que vendían en vinilo por, alucinen, ¡¡¡10 euros!!! (lo nunca visto en un puesto de merchandising), y lo desgranaron contundentes. Y se notaba que era el inicio del curso porque el aula (léase Antzokia) bullía de público variopinto, muchas chicas engalanadas para la ocasión, miembros de otros grupos que berreaban todas las canciones y lustrosos plumillas del colorín musical.

Casi media hora tarde saltaron al ruedo antzokiano Los Tupper, grupo cántabro que inició farragoso y con sonido empastado, pero que se fue asentando según pasaban los minutos (treinta y cinco estuvieron encima del escenario) y que acabó sobrevolando alto, cuanto más se acercaban a sus mayores, afianzándose en riffs resultones, melodías reconocibles y solos aguerridos. Un set de menos a más que resultó digno aperitivo del plato principal.

Plato del que The Zeros eran el ingrediente principal. Desde Chula Vista (California), atildados con chupas de cuero, pantalones pitillo y zapatos punteros, coparon el parco escenario, talludos, con tablas y ganas de comerse el idem. Y a fe que lo hicieron, dando rienda suelta a un festín espídico, de temas rápidos, estribillos tangibles y derroche de actitud. Su propuesta renovó su cancionero, no a través de dotarlo de nuevos puntos de vista, sino otorgándole empaque y consistencia roquera.

Temas que en vinilo abocaban al mal de la vejez por producciones mejorables, mutaban a torbellinos sónicos de guitarras monolíticas y líneas de ritmo retumbantes. Javier Escovedo y Robert López descollaban en el riff  perseverante, rompieron cuerdas y se turnaron al micro (junto al bajista Héctor Penalosa), pasando del ritmanblus taquicárdico de “Black and white” al espíritu fiestero del punk con un “Beat your Heart out” que llevó al respetable de las primeras filas hacia el pogo desenfrenado.

Tras cincuenta minutos intensos, retirada a coger aire y vuelta en olor de multitudes para despachar el show con cuatro temas entre los que descolló “Wimp”, acelerada y sangrante y, sobre todo, una “Dont push me around” hirviente que incitó de nuevo al baile desenfadado con la cabecera del público en anárquico bamboleo.

Buen inicio, por tanto, de la temporada y de la gira de The Zeros por el estado, parco en minutaje aunque pleno de intensidad. A nada que añadan algún tema más se salen.
Por Larrypas The Zeros Los Tupper

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