Texto: Lorenzo Pascual
Fotos: ARF
Intenté ver todo lo posible, así que me acerqué a Bones Of Minerva (metal que no me acabó de cuajar), Pasadena (rock en euskera que atrajo a bastante gente), S8NT Elektric (el hijo de Slash en la batería) y The Cleopatras (garaje voluntarioso). Curiosamente todos con chicas al frente. La parada obligada en el calendario azkenero eran Cordovas. Fue el primer concierto que vimos entero y estuvieron vibrantes cuando no se acercaban demasiado a los largos desarrollos, muy deudores de los Allman Brothers. Música americana envuelta en arreglos a la guitarra (a veces excesivos), teclados susurrantes y un juego de voces estupendo. Como dice A. “son un plato que, aunque demasiado especiado, tiene buen sabor”. Amen.Después intentamos ver a los Tiki Phantoms pero fue imposible por mor de una cola kilométrica para entrar en el Trashville así que fuimos a catar a Earthless pero no conecté para nada y fuimos a coger sitio para ver a gusto a Pretenders. Dieron un buen concierto, Chrissie Hynde conserva el poso que se la supone y sus temas sonaron estupendamente. ¿Me sobraron las baladas? Sí. ¿Podría haber estado mejor? También, pero el concierto fue muy digno, de notable alto vamos. Además hicieron “Middle Of The Road”, mi canción favorita aparte de otras muchas de sus primeros discos.
A Calexico fui con cierta prevención ya que ese rollito fronterizo no me acababa de enganchar en sus discos. Pero mira tú por donde, vimos el concierto entero y me acabó gustando esa mezcla de canciones con poso rock, con las cumbias en las que intuí guitarras afiladas que les daban un toque de originalidad. Sigo sin estar a gusto con sus discos (lo he intentado, que conste) pero el concierto tuvo un toque de originalidad que me haría volver a verlos encima de un escenario.
Y ya fuimos a coger sitio para estar a gusto (cosa que no fue posible al principio por unos energúmenos/as que se dedicaron a dar por culo en la zona donde yo estaba) y ver al motivo de mi presencia ese día en Vitoria. ¡¡En pie!! The Soundtrack Of Our Lives. Se reunían tras 11 años desde su separación y el Azkena consiguió una de sus “únicas” tres actuaciones en Europa. Y su concierto fue estupendo aun y cuando no logró superar al de otras ocasiones. Y es que al bueno de Ebbott se le notaron las costuras en la voz y el sonido fue espeso en las primeras filas. Pero pudimos ver a una “banda perfectamente conjuntada, como si no hubiera pasado el tiempo, incontestables como siempre” (A. dixit) que desgranó un cancionero perfecto y que, en cuanto me fui un poco para atrás, mejoró ostensiblemente gracias a un sonido mucho más limpio. ¡Son la ostia!
Dentro de nada crónica del sábado.
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