Fotos y letras: Lorenzo Pascual (web)
El Ciclo Music Legends de la Sala BBK cumple su décima edición y, para celebrar el aniversario, ha programado una serie de conciertos marca de la casa. Así, a Ruper Ordorika le siguió el pasado sábado la legendaria banda británica Wishbone Ash, que, incombustibles, llevan más de cincuenta años pateando culos y girando con su propuesta protoheavy de guitarras dobladas, ritmos compactos y riffs que restallan en tus oídos. Y de todo eso hubo en la propuesta que presentaron en una Sala BBK con algo más de media entrada (ya que no hubo demasiado tiempo para publicitar los cambios de aforo propuestos por el Gobierno Vasco).
Los que tuvimos la suerte de acudir presenciamos un espectáculo rocoso, de lo mejor del año sin duda (y eso que ahora habrá un aluvión de propuestas musicales en los locales de la villa) sustentando en un Andy Powell solvente a la voz y diestro a la guitarra, una sección rítmica que mezcla juventud y veteranía para imprimir mordiente a su cometido (Bob Skeat al bajo y Joe Crabtree a la batería) y un guitarra solista brutal (Mark Abrahams) que se marcó uno de los solos del año en la canción de 1969 "Phoenix".Durante noventa minutos la banda salió a sentar sus reales y no bajó el pistón en ningún momento, desde el instrumental inicial a los temas que forjaron el germen del metal, ese que tanto nos gusta de melodías tangibles sustentadas en riffs y guitarras gemelas que lo mismo deambulan en los sótanos más lúgubres, que nos acogotan con ritmos progresivos. Y así Wishbone Ash hoyaron varias cimas, desde el estallido de "Blowin' Free" a la serenidad folkie de arpegios progresivos de "Leaf And Stream" para acabar de desbordar emociones con la ya citada "Phoenix" perfecta en su desarrollo y con un solo descomunal de Mark Abrahams que hizo lo que quiso con las seis cuerdas.
Quedan varias citas en este aniversario del Ciclo Music Legends pero va a costar ver más intensidad y contundencia que en este estupendo concierto de Wishbone Ash.
Powell To The People