Fotos: Lorenzo Pascual (sitio web Lorenzo Pascual)
Texto: J.M. Martínez
Hipervitaminado, hipohuracanado y protoanfetamínico show de los comandantes Billy Hopeless y Rich Jones al frente de los resucitados The Black Halos de Vancouver, Canadá, bien secundados por los generales nacionales Star Mafia Boy, Sue Gere y Johnny Biscuit, en una gira de casi tres semanas por la península ibérica recuperando temas de los dos primeros discos del grupo, aquellos en los que nuestros protagonistas compartieron filas con Jay Millette, Matt Camirand y Rob Zgaljic. Los Halos fueron un grupo sensacional que no obtuvo toda la repercusión que merecía en unos años difíciles para la industria musical. Su primer disco homónimo se editó en 1998, mientras que su memorable sucesor "The Violent Years" lo hizo tres años después. Ambos se publicaron bajo el auspicio del sello Sub Pop, que ya había dejado atrás su mejor época cobijando a algunas de las mejores bandas de la explosión grunge que se produjo a principios de los noventa en la ciudad de Seattle.
Rich está ahora en la banda Michael Monroe, y gracias a un parón en la actividad disco/gira del finés, vocalista y guitarrista han conseguido dar una segunda vida al grupo en esta intensa gira "Black From The Grave!" por España. Han editado un single en vinilo con dos nuevos temas para apoyar el tour: "Fossil Fuel" y "Geisterbahn II", que han vendido en su totalidad en el merchandising de los conciertos.
Buena entrada en la coqueta sala superior del Kafe Antzokia. Un lugar de tamaño perfecto para que esta banda nos pusiese a todos a orbitar como electrones, como de hecho pasó. En las primeras filas nos volvimos locos y algunos berreamos los estribillos como posesos cuando Hopeless nos paseó el micro por los morros. Durante hora y cuarto a velocidad suicida nos sacudieron una excelente selección de aquellos primeros álbumes: abrieron con "Shooting Stars", "No Tomorrow Girls" y "Bombs Not Food"... y aquello ya fue un no parar hasta el final. Billy golpeó el techo del local con el pie del micro, se arrastró por el suelo, se estranguló con el cable, regaló una botella de Jack Daniels que ruló por toda la sala, lanzó escupitajos a troche y moche para cazarlos al vuelo con la mano, confesó que bebe todas las noches de su vida, bajó al público y se arrodilló ante una amiga mía intentando esposarla con unos grilletes de plástico comprados en algún chino... mientras los himnos se sucedían uno detrás de otro. En "Fucked From The Start" dijo sentirse en casa, recordando una conversación con el fallecido Kike Turmix donde este le decía a Hopeless que era vasco porque estaba igual de loco que él. Para dedicarle el tema lució una camiseta con el logo del sello Safety Pins. Tocaron sus nuevas canciones rodeadas de clásicos como "Last Of The 1% ers", "50 Bourbon Street", "Retro World", la tremenda "Jane Doe" -qué pedazo de canción, joder- y "For You", antes de cerrar el set principal con "Lost In The 90´s" y toda la gente salida de madre en el single "Some Things Never Fall", el trallazo que abría "The Violent...". El sonido fue muy bueno, las guitarras aullaron de muerte y yo me emocioné como hacía tiempo que no lo hacía. Vimos un concierto arrebatador y jodidamente intenso.
Para los bises tocaron tres versiones: el "Ain´t Nothing To Do" de los Dead Boys, "Deuce" de Kiss y "Where Eagles Dare" de los Misfits, con Billy colocándose el pelo imitando a Jerry Only. Gran retorno. Se os echaba mucho de menos.
0 comentarios
Publicar un comentario