Texto: Jorge Escobedo
Foto: Lorenzo Pascual (de su concierto en Bilbao, 2012)

Así cualquiera. James Taylor visitaba el Kursaal de San Sebastián el pasado domingo día 15 de Marzo dentro de una extensa gira europea que le ha acercado a nuestro país. Un tipo que tiene semejante lista de composiciones es imposible que de un concierto malo, y así lo pudimos atestiguar.

Me perdí su anterior visita y en esta ocasión no podía dejar pasar esta oportunidad. James Taylor es un tío humilde, cercano, dicharachero… y todas y cada una de estas cosas las pudimos comprobar in-situ. Acaba de cumplir 67 años y esa voz no ha perdido ni un ápice de la calidez que atesoraba allá por los años 70. Una voz que te envuelve y atrapa.

En un Kursaal con una muy buena entrada (algunas butacas vacías), James se presentó con una banda de auténtico lujo en la que podemos encontrar a Stephen Gadd, aclamado batería considerado uno de los diez mejores del mundo, y que ha trabajado con lo más granado del negocio, gente como Paul McCartney, Paul Simon o Eric Clapton. Al sonido de la Fender el inimitable Michael Landau, Jimmy Johnson al bajo, Larry Goldings a las teclas, Kate Markowitz, Andrea Zonn (también violín) y Arnold McCuller a una potente y maravillosa sección armónica.

Concierto dividido en dos partes. En la primera sale a matar desde el primer segundo con una pieza sempiterna como es “Something In The Way She Moves”, y ya no deja títere con cabeza. Qué fácil, James. “Today, Today, Today” suena country. En “Everyday” homenajea a Buddy Holly. “Country Road” suena con una fuerza inusitada y en “Carolina In My Mind” asoman las primeras lágrimas con una interpretación majestuosa donde los coros nos dibujan paisajes maravillosos. “One More Go Round” nos hace movernos a ritmo de funky. En “Sweet Baby James” no puedo dejar de sonreír y de felicitarme por estar allí. Mágica. “Shower The People” me pone la piel de gallina con otro trabajo espectacular de armonías vocales, y pone punto y final a una primera parte de ensueño.

Parón de 20 minutos donde James se dedica a fotografiarse y a firmar autógrafos con cualquiera que quiera acercarse a pies de escenario. Bueno… está muy bien, demuestra que es cercano, un tipo afable, cariñoso… pero a mí me parte un poco en dos. Logra romper un clímax creado que, muy a mi pesar, ya no logrará en lo que queda de concierto.

Ya en la segunda parte pudimos disfrutar de “Stretch Of The Highway” para comenzar. “You And I Again”, nueva balada marca de la casa que aparecerá en su próximo disco. Sin más. “Hour That The Morning Comes” divertida, con un gran trabajo a la guitarra por parte de Landau. “Steamroller” sonó blusera y donde se vio a James disfrutar de lo lindo. “Fire And Rain”, mi debilidad. Primera canción que escuché de él. Me emociona, sí o sí. No puedo remediarlo. “Mexico” nos invita a bailar. “Your Smiling Face” pone punto y final.

En los bises, “She's A Little Light” abre a cuatro voces, “How Sweet It Is (To Be Loved By You)" es coreada por todo el respetable con emoción inusitada y como no “You´ve Got A Friend”, hermosa, sencilla, como todo lo que hace este hombre, nos indica que esto se ha acabado.

Muy buen concierto. Por poner algún pero, algo encorsetado, guionizado, demasiado perfecto para mi gusto, echando en falta algo más de improvisación. Pero lo importante son las canciones. Y James las tiene, de sobra. Así cualquiera.

Artículos relacionados