Por Fran Cea

A la madrileña población de Getafe la pone cada año en el mapa musical estival el Festival Cultura Inquieta que, edición a edición, se ha posicionado como la propuesta musical más atrayente, influyente y atrevida de las que se realizan en la capital.  Para esta edición 2014, y a pesar de la caída en el cartel de la gira de Jeff Beck, nombres como los de Goran Bregovic, Moreland & Arbuckle, Los Suaves, Eric Sardinas, Mala Rodriguez, El Chojin, Manu Chao, The Sonics o Calexico configuraban un espectro musical suficientemente variado para que cualquiera encontrara su género y concierto. En mi caso concreto, y con la distancia como inconveniente, me decanté por quién consideraba más interesante, el legendario George Clinton al frente de ese circo musical llamado The  Parliament Funkadelic que bajo la máxima de "Free Your Mind and your Ass Will Follow" (mucho más que el título de un disco) estuvo cerca de llenar la plaza y se marcó tres horas de concierto intenso y sudoroso que no dejó a nadie sin manchar sus zapatos en el albero de una plaza de toros que destacó por el buen sonido y la cuidada organización.



El músico de Carolina a pesar de sus 73 años aguantó un show intenso, (impagable tras dos horas de concierto verle saltar y animar a la gente),  en el que eché de menos sus estrafalario aspecto de hace unas décadas (con sus pelos de colores y su vestimenta loca) y apareció con un elegante traje coronado, eso sí, por un sombrero verde. Sobre el escenario cerca de 15 músicos entre coristas (conté 6 y entre ellas la excepcional Kendra Foster que tuvo su momento protagonista),  tres guitarristas (impresionante Michael Hampton), dos teclistas, otros tantos percusionistas, una sección de viento....y hasta un performer/contorsionista de nombre Sir Nose que daba una nota de locura absoluta al escenario en el que Mr Clinton de vez en cuando se sentaba cómodamente a contemplar las largas improvisaciones de sus músicos y jams en las que Hendrix, Sly and the Family Stone y James Brown se fusionaban y donde muchos comprobábamos de dónde sacaron su inspiración bandas contemporáneas como Red Hot Chilli Peppers (me refiero a los de los últimos 80 no a la parodia que son ahora), Fishbone o Livin Colour.



Las canciones se enlazaban en una especie de orgía de sonido que no quedaba muy claro donde acababa y donde empezaba. Los diferentes músicos entraban y salían de las tablas en una especie de caos musical perfectamente organizado, y George se paseaba con seguridad de quien está en su hábito natural. Y mientras tanto nos percatábamos que habían comenzado a tocar temas legendarios desde la inicial Cosmic Slop pasando por Atomic Dog, What´s A Funkadelic?, Give Up The Funk (locura absoluta), Mortheship Connection,  One Nation Under a Groove,  If Anybody Gets Funked Up It´s Gonna Be You o Bounce To This...todas sin pausas entre ellas y que culminó con la invasión del escenario por parte de un público en comunión de baile absoluta.



Puede que Manu Chao hubiera abarrotado la plaza apenas 24 horas antes. Pero nadie hace bailar más ni remueve más conciencias con sus proclamas funks que esta leyenda de la música que, por mérito propio, y según las crónicas anuncian, fue el gran triunfador del Cultura Inquieta 2014. Por favor el año que viene a por un cartel de esta enjundia. Por mi parte solo puedo decir We Want The Funk!!



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