Por Fran Cea 

Fieles a  su cita anual con los escenarios de nuestro país regresaba Nashville Pussy  para presentar su nuevo trabajo, Up The Dosage, y de paso repasar algunos de sus himnos pretéritos.  No consiguieron sin embargo llenar el Antzokia bilbaino como en anteriores citas y cuando se retiraron del escenario los voluntariosos y ruidosos B.C. Bombs, la banda invitada que consiguieron entretener a la concurrencia, una media entrada, muy justa, se predisponía para la hora y cuarto de ritual de los de Atlanta.

En un concierto de Nashville Pussy sabes claramente lo que te vas a encontrar, no hay lugar a la sorpresa ni tampoco a la decepción. Sonido fuerte y desgarrado, mucho sudor, cerveza y volumen y la entrega del matrimonio Cartwright para desgranar un repertorio en el que las canciones se muestran como perfectas combinaciones bastardas de AC/DC, ZZ Top  y Motorhead. Su nuevo disco no supone en ningún caso alguna variación con los anteriores. Tan solo la incorporación ya definitiva de Bonnie Buitrago como bajista en lugar de la espectacular Karen Cuda que por motivos de salud ha tenido que retirarse.



Un telón con el nombre de la banda fue su único decorado y Keep On Fucking el punto de partida del show. Ya en los primeros compases la amazona rockera Ruyter Suys tocaba de rodillas en el suelo o se subía a uno de los altavoces laterales siendo la única fuente visual de un grupo que permanece en  un muy discreto segundo plano ante el aluvión de energía de Ruyter. Blaine estuvo de bastante buen humor y cantó mejor de lo que le había visto en anteriores giras y la base rítmica cumplió con creces, sobre todo Bonnie a quien su origen colombiano la permitió comunicarse con la audiencia en varias ocasiones.



También fue muy curioso que solo fueran tres las canciones de su nueva obra las que interpretaron en directo, la vacilona aunque algo insulsa Rub It To Death,  la veloz Everybody´s Fault But Mine y el tema título, quizás el único que encajaba con normalidad con el resto de un repertorio que se basó en sus dos primeros trabajos (She´s Got The Drugs, High As Hell, Wrong Side Of A Gun, y un póquer final con cuatro gemas de su debut Snake Eyes, I´m The Man, Go Motherfucer Go y la final You´re Going Down) y que pasó bastante de puntillas sobre From Hell To Texas, su estupendo anterior disco de estudio y del que solo tocaron la estupenda I´m So High (para mí una de sus mejores canciones de siempre) y Why Why Why en el tramo final y que dio como resultado un concierto que sin ser decepcionante no dijo demasiado para los que les hemos visto más de media docena de veces y donde la banda se limitó a cumplir y repetir alguno de sus números clásicos como el baile redneck de Blaine, compartir unos tragos de Jack Daniels o bañarse (y de paso regarnos) con una cerveza.



Es estúpido pedir a una banda con Nashville Pussy una evolución en su sonido, esta claro que sus fans acudimos a ver exactamente lo que ofrecen, pero también es verdad que quizás algo si deberían arriesgar para no hacer que el espectáculo, por repetitivo, termine convirtiéndose en aburrido en Up The Dosage hay algún tema con una sonoridad diferente pero no consiguen que estos encajen con normalidad en su repertorio y el no tan numeroso aforo de esta cita, es cierto que era un martes pero la hora no era para nada mala, puede ser un toque de atención a futuro para los Pussy. ¿Volveré a verles en su próxima visita?, pues es muy probable que si, pero mi entusiasmo empieza a caer en barrena y en una banda tan pasional como esta no es un dato muy alentador.




- KEEP ON FUCKING
- HIGH AS HELL
- STRUTTING COCK
- WRONG SIDE OF A GUN
- RUB IT TO DEATH
- SHE´S GOT THE DRUGS
- I´M SO HIGH
- EVERYBODY´S FAULT BUT MINE
- DRUNK DADDY
- UP THE DOSAGE
- GO TO HELL
- MILK COW BLUES
- SNAKE EYES
-I´M THE MAN
- WHY WHY WHY
- GO MOTHERFUCKER GO
- YOU´RE GOING DOWN

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