Desde la Fundación WOP siguen luchando contra las enfermedades neurodegenerativas y entre las acciones que impulsan para ello tiene un protagonismo principal la música y el rockanroll. Por ello siempre esperamos buenas noticias de su parte y en esta ocasión lo es ya que van a contar con José Ignacio Lapido, un totem del rock patrio que presentará su última galleta musical, "A Primera Sangre". La espera ha sido larga, por eso el feliz regreso del “Maestro” a la actividad discográfica será una de las grandes noticias de la temporada 2023. El concierto será el próximo 20 de mayo en el Kafe Antzokia de Bilbao.

Tras cinco años desde la publicación de “El alma dormida”, Lapido nos vuelve a emocionar con un esperadísimo nuevo álbum titulado “A primera Sangre”. Un magistral compendio de electricidad y poesía, de delicadeza y rabia marca de la casa que tiene como gozoso añadido la gira de presentación por salas que llevará a cabo en abril y mayo.

“A primera sangre” tendrá un intenso recorrido por los escenarios, y los seguidores de José Ignacio volverán a entusiasmarse con la posibilidad de verlo en acción acompañado por su banda de siempre al completo. Raúl Bernal, Víctor Sánchez, Popi González y Jacinto Ríos dejaron claro a todo el mundo en la última gira de 2018 que son una de las mejores agrupaciones del país en directo, y así lo certificaron las críticas de la prensa especializada.

Lapido, durante el tiempo transcurrido desde su último disco no ha estado ocioso. En 2019 sacó -después de veinte años- un disco con 091, que tuvo su posterior gira pero que las terribles circunstancias que trajo la pandemia obligaron a cortar. Luego ha estado tocando en solitario con su guitarra o acompañado del piano de Raúl Bernal por salas y teatros de toda España ofreciendo un perfil intimista de su música que, según sus propias palabras, le ha hecho crecer como artista.

Ahora vuelve con toda la artillería para recrear sobre las tablas las nuevas canciones y los clásicos de su repertorio. A buen seguro será una gran oportunidad de ver a un artista en la cima de su madurez creativa y a una banda con la que cobra sentido la experiencia de asistir a un auténtico concierto de rock.

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