Fotos y letras: Lorenzo Pascual (web)

El pasado jueves tuvimos la ocasión de disfrutar del concierto de Gluecifer (teloneros: The Good, The Bad & The Zugly) en la sala Santana 27. Y ha pasado una semana y es ahora cuando puedo teclear una pequeña reseña del mismo; cada vez más tarde, ¡¡nchtsss!!. Tras su paso por el Azkena Rock Festival 2018 donde dieron uno de los mejores conciertos del festival, si no el mejor, había ganas de degustarlo en sala y eso se notó en una afluencia de público que casi llenó la misma. Y la cosa funcionó cuesta abajo y sin frenos pese a que el concierto, para el que esto escribe, fue de más a menos.

Principiaron The Good, The Bad & The Zugly que desparramaron punk rock de la mano de un vocalista hiperactivo (lidera también la banda Kvelertak) y unos temas que, evidentemente, maman de la escuela nórdica del rockanroll y el punk, de bandas como Turbonegro (quizás la referencia más explícita). Un concierto intenso que era el preludio de lo que vendría después.


Puntuales a su cita, ¡cómo se agradece, bendita puntualidad!, Gluecifer salieron a arrollar y lo consiguieron con una actitud a prueba de bombas y cimentando su arranque en algunos de los temas más conocidos que la peña cantó a pleno pulmón. Fueron cuarenta y cinco minutos a tumba abierta, con las guitarras de Captain Poon y Ralso Useless restallando, la sección rítmica marcando un patrón acelerado y la voz de Biff Malibu atacando unos temas que avanzaban en modo avasallador. Y es que Gluecifer rockean duro y temas como "I Got A War", "Ducktail Heat" o "Shaking So Bad" mostraron una maquinaria perfectamente engrasada. Si hubieran acabado ahí, habría sido corto pero, sin duda, uno de los conciertos del año.

Pero tras su versión de Eddie & The Hot Rods ("Do Anything You Wanna Do") dedicada a Kike Turmix, el concierto bajó el pistón un peldaño y se notó, finiquitándolo con las aburridas palmas de su último tema ("Black Book Lodge"). Bis triple, con una "Desolate City" que nos conecta con su fase más excitante y que nos hacer marcharnos con una sonrisa en la boca.



 



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