Los jueves se están convirtiendo en una cita obligada en el Bilbao más musical. Y el pasado jueves no lo fue menos con ofertas en el Kafe Antzokia (Tok+Montauk), el Colegio de abogados (concierto gratuito de Dropkick, con los que habría hecho doblete si hubiera podido) y el que nos ocupa en esta reseña, Glenn Hughes en la Sala BBK presentando su espectáculo "Glenn Hughes Performs Classic Deep Purple live". Y mira que iba con cierta prevención ya que ese tipo de fastos no me convence. Pues ¡hala! los pros se impusieron a los contras y, aun con algunos bajones, el concierto superó el listón con holgura.
Sí es verdad que a mi me sobró el solo de batería en "You Fool No One" (siete minutos nada más y nada menos), pero también es verdad que fue de lo más aplaudido, aun y cuando en el desarrollo de la canción descolló la guitarra desatada en fraseos punzantes y Hughes chuleta al frente del escenario derrochando voz a raudales. Quizás bajó el pistón en "You Keep On Movin'" pero parece que fue para coger impulso hacia lo mejor de la noche. En "Getting Tighter" impactó el bajo de Glenn como una locomotora (homenaje a Tommy Bolin), y con "Smoke On The Water" y, sobre todo, "Mistreated" se salió de la tabla, con la peña cabeceando, y una voz por la que darían un brazo, si no los dos, muchos de estos artistillas de medio pelo que pululan por los programas televisivos. Fue la cima de un bolo que tuvo su gemela en el bis, con un "Burn" exultante y que fue perfecto colofón a un concierto plenamente disfrutable. Lástima no oir en esa garganta el "Highway Star" (que sí hizo en el Music Legends Festival 2018).
¡¡Jo!! Me estoy acostumbrando a la canela en rama musical. Y es que la calidad no decae y los conciertos cada vez son más. ¡¡Y que siga!!
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