Con una banda capitidisminuida, respecto a lo visto en el cartel de presentación, se arrimó Samantha Martin & Delta Sugar al Kafe Antzokia bilbaíno, a la ya infalible Kutxa Beltza (por sonido y disposición), que presentaba una entrada, ummm..., digámoslo ya, bastante pobre. Y aun así y todo la banda se dejó la piel en un bolo creciente, al que sobró el bis por lo previsible y manido de los temas elegidos (que no mal interpretados, que conste). Fueron setenta y cinco minutos de exaltación soul, gargantas roñosas trufándolo de rock e incitación al baile cadencioso.


Banda reducida sí, pero a la que no faltaron las dos coristas, que se salieron acompañando a la jefa, guitarra comedida, sección rítmica cumplidora y un teclados que, además, le daba al saxo (incluso al mismo tiempo) y que me gustó más a las teclas. Presentaban nuevo disco, "Run To Me" y de él cayeron muchos temas. Principiaron sinuosos, con temas que en disco ganan por el aporte de los metales, aunque en directo ganaron en crudeza soul (y con los que no se me quitó el regusto a Sharon Jones); "All Night Long" y "Gonna Find It" marcaron una senda de la que se apartaron poco, para recuperarse en baladas lustrosas de voz rasposa ("Wanna Be Your Lover"), y versiones, esta sí, llevada a su terreno, con el "Happy" de los Rolling Stones. El bolo cursó potente y Samantha se agarró también a la acústica, nos hizo vibrar con temas a tres voces, nos mecimos con "Will We Ever Learn" y se despidió para regresar con dos versiones que sonaron demasiado miméticas y alargadas para presentar a los músicos, para hacer partícipes a dos niñas del "Proud Mary", versión tinaturnesca y para venirse arriba, paso de baile incluídos, las tres damas en "River Deep Mountain High".

Un estupendo bolo que se suma al del Twanguero la semana pasada. Van dos de dos. A ver qué pasa la semana que viene. Rock on!



Artículos relacionados