El pasado miércoles 19 de diciembre Raimundo Amador se personó en el Ciclo Music Legends de la Sala BBK de Bilbao para demostrarnos que todavía lo tiene. Superviviente de mil batallas, se presento en formato quinteto con tres guitarras (dos eléctricas y una acústica), con chaqueta de lentejuelas y la voz pelín cascada. Y es que son muchos años dentro del panorama musical, primero al frente de Pata Negra, después en solitario y colaborando con todo aquello que le sonara a raíces flamencas, blues,... Tanto es así que ya tiene 12 nietos y otro en camino según el dijo, pero las ganas le pueden, disfruta encima de un escenario y aporta clase y enjundia al espectáculo.

El bolo arrancó puntual (como siempre en la estupenda Sala BBK) y durante dos horas, bis incluído, a Raimundo le dio tiempo a atacar todos los palos, favorecido por un sonido brillante. Como calentando al principio, el blues "Ya Se Acabó" (versión del "The Thrill Is Gone" del gran B.B. King) principió una senda en la que los blues fueron lo mejor, se atascó en instrumentales demasiado largos para el que esto teclea y retumbaron por la sala sus temas más conocidos. Fue un concierto de sube y baja, donde se arrancaba en quejíos bluseros aflamencados, intercalaba versiones instrumentales de temas muy conocidos ("Come Together" de los Beatles) en donde bajaba uno.... o dos escalones, para volver a rebasar el notable en otros donde daba bola a sus dos guitarristas. También hubo tiempo para volver a su semillero primigenio, Pata Negra, y homenajear al más grande, "Camarón" y recuperar, al final, sus canciones más conocidas y con las que se ganó al respetable, más si cabe ("Ay Qué Gustito Pa' Mis Orejas" y "Bolleré" de su album Gerundina, de 1995).


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