Crónica del concierto de Dirt River Radio en Bilbao

Texto y fotos: Lorenzo Pascual (web)

El pasado martes, en la Kutxa Beltza del Kafe Antzokia, se presentaron los australianos Dirt River Radio para ofrecer el primer bolo de una gira que les llevará por todo el estado. Catorce fechas en trece días, con un ritmo febril (sí, un día tienen dos bolos), amartillando todas las noches sus pistolas para descerrajarnos rockanroll americano, dejes honky tonk y ráfagas eléctricas en la onda de sus coetáneos más famosos.

Presentaban además nueva formación y nueva galleta musical, ‘Sun City White’, que aporta nuevos conceptos a la música hasta ahora elaborada entre Danger Alexander y Heath Brady. Sin malos rollos, el batera Ross Hetherington (Sko) y el bajista Mark Down-Price (Dozza) han dejado la banda, dando paso a Matt Bray y Anthony Casey, que ya estuvo en sus dos primeros discos. Las Dirtettes es otra novedad. Sarah Fagan y Kellie Fernando/Bird hacen coros y se atreven con versiones, además de haber participado también en la grabación de varios temas.

Y con estos mimbres, y cierto retraso, se presentaron en la sala de arriba del Kafe Antzokia que presentaba una afluencia de peña más que potable. Se arrimaron a sus icónicas y preciosas Gretsch blanca y negra y se lanzaron en un bolo orgánico, que animaba a mover los pies y que destiló electricidad. Temas nuevos y viejos se mezclaban en un todo que rebosó adrenalina e intensidad. Hora y tres cuartos de show que principió con “Chase The Sun” marcando una senda de fuzz por las que Danger y una corista circularon descalzos (y con peligro para Danger tras derramarse una cerveza sobre los pedales).

Encauzado en una ola de electricidad el bolo tuvo momentos íntimos en “Lady Motherfucker” con la guitarra desnuda de Danger y los coros de Heath y una de las Dirtettes, rockanroll del pantano, himnos de barra de bar (el impagable “All My Friends”) y ritmos catárquicos de coros fáciles en “Boys In The Public Bar”. Ya había cogido la ola buena y a sus lomos presentaron temas nuevos a ritmo de honkytonk (“Postcards From The Road”) y de riffs acedecianos (“The Cocksucking Blues”). Bis al uso con el “Proud Mary” de la Credence y todos a casa con la sonrisa en la cara.