Texto: Jorge Escobedo
Fotos: Lorenzo Pascual

Volvían los Travellin Brothers a casa después de una extensa gira americana donde han dado rienda suelta a toda la explosión de rock & roll, blues, funky y swing que tan famosos los han hecho por estos lares, y que tan buenas críticas ha recibido al otro lado del atlántico. Para esta ocasión se han hecho acompañar del gran (y nunca mejor dicho) Sugaray Rayford, uno de los mejores bluesman americanos de la actualidad, deudor del magnífico blues de Chicago.

Leioa es su hogar, y que mejor manera que terminar su pequeña gira por Bizkaia en el pueblo que les ha visto nacer y que siempre responde de forma magnífica en cada cita. Esta vez no iba a ser menos y el Kultur Leioa Auditorium vestía sus mejores galas para una noche que prometía de ensueño.


La noche transitó entre versiones, dejando a un lado las composiciones propias, y con Sugaray como maestro de ceremonias bien secundado por una banda que sonó a gloria en todo momento.

Así, pudimos disfrutar del blues canalla en “Baby, What You Want Met To Do”, de la sutileza del “I´ll play the blues” de Albert King y el funky sudoroso de “Blind Alley”. “Worry, Worry” nos elevó hasta las plegarias del góspel con Sugaray cantando a capella entre un público atónito que no podía contener la respiración. Magnífica. “Shake, Rattle & Roll” versión lenta que se hizo acompañar del respetable y la versión de “ What a Wonderful World” de Louis Amstrong entre Sugaray y Jon a doble voz nos puso la piel de gallina y nos confirmó que un mundo mejor es posible.


Estupendo concierto una vez más. Y es que estos tipos no fallan. Da igual que sea con la banda madre, con Little Band, con Big Band, con coro góspel o como banda de acompañamiento del músico de turno. Talento a raudales. Cuidémosles o nos arrepentiremos.


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