Crónica concierto Y&T en Bilbao, Octubre 2014

Texto:
J.M. Martínez
Fotos:
Lorenzo Pascual

Nueva visita a Bilbao de Y&T en un concierto enmarcado en la nueva gira de celebración de 40 años de carrera de una de las bandas más grandes que ha dado el Hard Rock americano. Así que la cita de Bilbao, en el Kafe Antzokia, era ineludible para los que nos declaramos fans acérrimos de la banda de San Francisco.

15 minutos después de la hora programada se apagan las luces y empieza a sonar “From The Moon”, la intro que abría su álbum “Black Tiger”(1982) y que siempre da el pistoletazo de salida a sus conciertos. La puesta en escena me parece fantástica en su simplicidad… John Nymann surge del backstage tranquilamente guitarra en mano tocando los melancólicos acordes iniciales de “Rescue Me”, la primera canción que sonará de esos tres discos que supusieron el punto álgido de su carrera: “Earthshaker”(1981), “Black Tiger” y “Mean Streak”(1983), y que lógicamente coparán más de la mitad del setlist del concierto. Le sigue de la misma forma Brad Lang marcando las líneas de bajo. Gran ovación de bienvenida que se torna en estruendo cuando Meniketti aparece también y Mike Vanderhule ocupa su lugar tras los tambores para comenzar el concierto y ponernos a todos una sonrisa en la cara que no se nos quitará en toda la noche.

El inicio es demoledor. Tras “Rescue Me”, enlazan con “Don´t Stop Running” y “L.A. Rocks”, de sus discos “In Rock We Trust”(1984) y “Contagious”(1987)…El sonido es perfecto. La voz de Dave, los instrumentos, los coros que generalmente quedan tapados por el volumen… todo encaja. En este punto es evidente que el concierto va a ser monumental. La banda quiere tocar canciones de prácticamente todos sus discos cada noche, y aunque trabajan con una base de unos 20 temas, han ensayado unos 40 para la gira, por lo que la improvisación es tónica general.

Tras este cuarteto inicial, tocan “Lucy” de “Ten”(1990), “Lipstick and Leather” de “In Rock We Trust”(1984) y “Don´t Be Afraid of the Dark”, antes de alcanzar uno de los highlights de un show ya en este punto memorable con “Mean Streak”, “Dirty Girl” - con solos estupendos de Dave y John - y una “Midnight in Tokio“ que a mí me puso los pelos de punta con toda la sala cantando el tema. “Mean Streak” es un disco de hard rock absolutamente atemporal, y “Midnight…“ una canción que no muchos grupos son capaces de escribir. La banda está tan compenetrada que realmente impresiona. Y la pasión y la clase que ponen hace el resto. Instrumentalmente son excelentes, pero el feeling se tiene o no se tiene, y aquí lo hay a raudales.

A partir de aquí empiezan las entradas y salidas del set programado. Emotiva “Don´t Wanna Lose” de Meniketti a capella con todo el público cantando, la inenarrable “Lonely Side of Town” que tampoco estaba prevista, la épica “Winds of Change”, el single “I´m Coming Home” de su ultimo cd “Facemelter”(2010), “I´ll Cry for You”, “I Want Your Money”, “Contagious”, “All American Boy” -tampoco esperada-, e incluso un blues que me pareció reconocer como “Until the Next Time”, del disco de Meniketti en solitario “On The Blue Side”(1999). Os recomiendo encarecidamente este disco y también “Meniketti”(2002), éste absolutamente eléctrico. Dos LP´s fenomenales.

La primera parte del concierto se cierra con “Summertime Girls” de “Down for the Count”(1985), y la esperada carne de gallina final con los diez minutos de “I Believe in You” y el solo estratosférico de Mr. Meniketti. Gran parte del público no se puede creer lo que acabamos de ver, sobre todo gente para los que era la primera vez. La despedida de la audiencia a la banda es de relumbrón.

Pero aún hay más amigos… así que vuelven y nueva sorpresa fuera del set: “Open Fire”, en una interpretación brutal, más “Hang em High” y el delirio final con “Forever” tras casi dos horas y media de show, 25 canciones, y una banda que mejora en cada tour y ya está pensando en celebrar el 50 aniversario de una carrera con altos y bajos comerciales, pero que es de una integridad impecable. Algunos nos quedamos con las ganas de llevarnos al señor Meniketti a tomar unos potes por el CascoViejo para darle las gracias por tremenda demostración guitarrística.