Fotos: Fran Cea / Texto: Mr Hurricane

Una fiesta. No se puede definir de otra manera el concierto que Lisa & The Lips ofrecieron en Santader el pasado día 20 de julio dentro de la semana grande de la ciudad. Un evento gratuito en la céntrica Plaza Porticada que dio pie a que entre el público hubiera fans, curiosos y gente que simplemente pasaba por allí. Da igual qué motivo les llevó a pasarse a esa hora por allí, todos fueron afortunados con un auténtico derroche de vitalidad y alegría.



Los seguidores de The Bellrays pueden pensar que Lisa & The Lips es la versión más soul de The Bellrays pero tras presenciar el show cántabro está claro que lo hicieron con la única intención de divertirse. Olvidaos de la Lisa Kekaula agresiva e intimidante liderando una banda que suena como una apisonadora e imaginad a una cantante sonriente y pícara, eso sí con el mismo magnetismo y la misma voz descomunal que la convierten en un salvaje animal escénico. Esa es la Lisa que vimos en Santarder. Esta mutación hacia la diversión infectó también al resto de los músicos que no dejaron ni un segundo de interactuar entre ellos, juntándose, bromeando, tirándose al suelo.



Había momentos en que de tanta actividad era difícil concentrarse en un único lugar. Tanta alegría había en el escenario que el público se contagió inmediatamente y ni siquiera un inoportuno chaparrón al principio del concierto consiguió aguar la fiesta. Caras de felicidad, bailes desenfrenados, alguna frase “¡qué buenos!, ¿quiénes son?” y la duda de quién estaba disfrutando más, si el público o la banda.



Musicalmente estuvieron soberbios, como siempre. Tiraron de temas de su disco entremezclados con algunas versiones, como “Going Down” de Don Nix que les dio mucho juego para sus bromas y con el que acabaron todos tumbados en el suelo. Lo dicho: una fiesta. De esas que te mueres de rabia si te las pierdes.

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