Crónica concierto Willie Nile en Bilbao, Abril 2014

Texto: Jorge Escobedo / Fotos: Larrypas 

No sé por qué, pero siempre he pensado que los domingos no son días de concierto. Momento de descanso, de familia, cine y demás pasiones… Pero la visita del músico de New York, Willie Nile, al Kafe Antzokia de Bilbao, hizo replantearme dicho pensamiento. Me lo perdí el año pasado en su visita a Mondragón, y esta vez no podía dejar pasar la oportunidad de disfrutar en directo de un músico diferente. Honesto. Que se nota que le gusta lo que hace. Pasión. Esa es la palabra. Una pena que no tenga el reconocimiento que se merece. Que músicos de la talla de Springsteen o Lucinda Williams se encuentren entre sus más fervientes admiradores, dice mucho de su talento.



En el día más caluroso del presente año, el Antzoki presentaba una escasa media entrada. La mayoría viejos conocidos de conciertos, viajes y anécdotas. Con un retraso considerable sobre el horario previsto por la organización, “Lee Perk” o Alfredo Niharra, se encargó de calentar el ambiente. El guitarrista de Fakeband vino a presentarnos su nuevo disco, y en él podemos encontrar esa paleta de colores que va desde el folk-rock de Neil Young hasta el pop de los Beatles. Correcto.

Y llega el momento de la verdad. Por lo que realmente estamos allí. Willie viene acompañado por el percusionista Dany Montgomery a la batería y el magistral guitarrista de los Stormy Mondays, Jorge Otero. Una pena la ausencia del enorme bajista Johnny Pisano. Sin más dilación arranca el concierto con una sentida y emotiva “Streets of New York” al piano y armónica, respaldado por la banda en la parte final. “Rite of Spring” y “Places I Have Never Been” de su disco homónimo de 1991 son dos trallazos pop-rock marca de la casa. Su “Rich and Broken” enseñándonos lo mala que puede ser la fama. Una preciosa “Vagabond Moon” con un perfecto trabajo de Otero me saca la primera sonrisa. Esto promete. “Her Love Falls Like” calmó unos ánimos que volvieron a cotas superiores con “Oatmeal Box”, con regusto a los “Pogues” y con un público totalmente entregado. Estribillos pegadizos en “Far Green Hills” y “It´s All Over”. “Sunrise  in New York”, nos deja clara su predilección por la ciudad de los rascacielos. El concierto poco a poco gana en intensidad y a Nile se le ve entusiasmado. La acogedora “Yesterday´s Dreams” al piano es la antesala de los mejores momentos de la velada.

“Across the River” me pone la piel de gallina. La interpretación traspasa las fronteras. Otero desafía a la gravedad. Se hace el silencio. La música flota en el infinito. En “American Ride”, canción que da título a su último disco, se viste de trovador urbano. Del mejor Dylan. Declaración de intenciones. Ese rock que es “The Innocent Ones” precede a un fin de fiesta apoteósico. Con un Willie totalmente desatado en “Hard Times in America”, compartiendo minutos rodeado de un público que lo adora y le pide que no cambie nunca, y un “One Guitar” que desde ayer se ha convertido en una de mis canciones de referencia. Na na na na na na na na na… nunca tan poco dijo tanto. Envidioso debe de andar Tom Petty.

Los bises bien. Homenaje a su buen amigo Lou Reed con una “Sweet Jane” coreada por el respetable como buen himno que es. Y una bonita y sincera “Little Ligth” para terminar un concierto memorable.
Willie es cercano, humilde, simpático… No dudó en ningún momento en departir con la gente, hacerse fotos y firmar autógrafos por doquier. Un tipo sencillo. De la calle. Como tú y yo. No cambies nunca socio…
Pues no va a estar mal esto de los conciertos en domingo…

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