Los empresarios del sector del ocio nocturno han cifrado hoy en 4.500 las discotecas, bares de copas y salas de conciertos que han cerrado debido a la "desesperada" situación que afrontan por la subida del IVA al 21 por ciento, unida a la crisis económica y al incremento de las tasas del alcohol. En protesta por esta situación, representantes de la Alianza Empresarial por el Ocio y el Turismo Pronoche se han concentrado frente al Ministerio de Hacienda en Madrid dentro de la campaña "Salvemos la noche", iniciada en las redes sociales y en los locales de ocio, y que a partir de ahora iniciará una "gira Live Tour" para trasladarse a las principales ciudades españolas. Así, esta campaña, que se desarrolla bajo el lema "El 21 todos contra el 21 %", tendrá su próxima convocatoria el próximo 21 de noviembre en Barcelona.

Con pancartas en las que se leía "Sin ocio y sin música no hay turismo en España" o "La música es cultura", en el acto han participado el presidente de ProNOche, Javier Garmon; el de Noche Madrid, Pedro Serrano; el coordinador de la Asociación Estatal de Salas de Música en Directo, (ACCES), Armando Ruah; y el gerente de la asociación La Noche en Vivo, Javier Olmedo, entre otros.

Según los empresarios, el 18 por ciento de las 25.000 pymes del ocio y los espectáculos musicales han sido destruidas, lo que va a suponer la pérdida de más de 30.000 empleos juveniles en el sector hasta final de año.

Con respecto a la recaudación del IVA, consideran que su efecto ha sido que la actividad de las empresas y el consumo interno sigue cayendo "y en el caso del ocio, la cultura y los espectáculos se ha desplomado completamente".

También han calificado de "demoledor" el balance en la cuenta de resultados de las empresas del sector y que ha tenido como consecuencia, en un ejemplo de una empresa saneada al inicio de la crisis con una facturación anual de 600.000 euros, una diferencia de ingresos de 50.000 euros anuales menos. Esto ha supuesto "la entrada en números rojos y el que las empresas del ocio y la cultura trabajen exclusivamente, en estos momentos, para recaudar IVA para el Ministerio de Hacienda", aseguran.

"Si antes de la crisis los clientes pedían otra copa, ahora lo que te piden es otro hielo", ha bromeado Dick Anstad, propietario de la Sala Bogui Jazz de Madrid, que ha recordado que entonces los escasos márgenes de beneficio de los espectáculos que ofrecen estas salas se soportaban con los beneficios de la barra, lo que ahora no ocurre. No obstante, Anstad ha expresado la intención de las salas de seguir programando música "porque España se lo merece".

Armando Ruah, responsable de la asociación estatal de salas de música, ha pedido que se aplique al sector el mismo IVA que el de la hostelería, de un 10 %, y ha recordado que estos locales son negocios "absolutamente privados". Ruah ha dicho desconocer si este tipo de fiscalidad es un "ataque directo a la cultura" aunque lo ha considerado "sospechoso".

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