Crónica concierto de Jim WIlson en León Octubre 2012

Por Fran Cea
Soy consciente de que en apenas unos días (probablemente cuando estés leyendo esta reseña ya habrá pasado) dos auténticos números uno de la honestidad rockera habrán unido sus nombres en un doble cartel atómico. Dan Baird y Jim Wilson juntos en la que probablemente sea la gira rockera más destacada de este 2012, pero es que yo no podía aguantarme las ganas y el lunes 29, concediendo con la primera helada de este invierno, ponía mi coche en dirección a la capital leonesa para disfrutar una vez más en El Gran Café de León de un concierto muy especial. Jim Wilson con su nueva banda presentando las canciones de su nuevo disco en solitario en un espacio acogedor e íntimo y por desgracia ante un número muy reducido de espectadores.

Y es que a mí me parece vacía la búsqueda de excusas para no acudir a un concierto (hacía frío, llovía, es lunes, hay que trabajar al día siguiente...) pero ¿hace unos años los habitantes de una pequeña ciudad del tamaño de León o Valladolid habrían soñado con la posibilidad de ver este tipo de shows en su ciudad?, seguro que no, por eso los que se quedaron en casa tuvieron su castigo y penitencia en perderse algo más de hora y media de genuino rock and roll.

La sapiencia y buen hacer de Jim Wilson están fuera de toda duda. Líder de los impresionantes Mother Superior, de los que sigo pensando son el mejor trío de rock de la última década, y con una reputación y base de fans ganada a pulso gira tras gira por nuestro país desde el ya lejano 2005, se ha embarcado en el proyecto de dar salida a unas canciones que no en todos los casos hubieran tenido una cabida lógica en los discos de su banda a pesar de la libertad creativa y experimental que siempre ha regido en los Mother Superior.

También en formato de trío, en este caso con Ian Galloway al bajo y Ryan Carman a la batería, subió al escenario del Gran Café ante algo más de treinta espectadores para llevarnos a un viaje en el que la maleta era el gran baúl que constituye la sabiduría de esta auténtica enciclopedia musical. Se tocó de arriba abajo los 10 temas de su disco, recordó algunas de las canciones de su "otra" banda e incluso se descolgó con algunas versiones.

El comienzo fue para la intensidad heavy soul de Bleeding y el funk desenfrenado de Things Are Looking Up con ese ambiente Dirty Work tan Stone en el ambiente para a continuación atacar con el hard rock fiero de Holding Out For Love, la balada "Neilyoungnera" de Honest Mistake (aquí la mano de Daniel Lanois hace acto de presencia) y su "single" Cry Now pay later donde los teclados de la versión enlatada se sustituyeron por una sensibilidad inmensa en la voz.

Apenas media docena de canciones y la sensación de haber montado en una auténtica montaña rusa de sensaciones musicales flotando por toda la sala. En directo los temas son más rudos y ásperos, muy a pesar de que sus acompañantes demostraron un tacto en sus formas musicales muy distantes de la fiereza desatada de Marcus Blake y Matt Tecu. Y probablemente este sea el único lunar atribuible al concierto, que sus acompañantes no abandonen la pulcritud de formas que se les aprecia (y agradece) en los surcos del lp pero que en el escenario, donde hay que perder las formas, mantuvieron en exceso. No así Jim que fue lo único que sabe ser, él mismo. Visceral, inquieto, entregado (se nota que nunca pone en la balanza la ecuación de número de espectadores igual a nivel de entusiasmo), agradecido (impagable que saludara desde el mismo escenario a rostros conocidos de tours anteriores o incluso le dedicara una canción al que esto escribe) y demostrando su actual nivel vocal.

Los temas de Mother Superior aparecieron con la coreada Jaded Little Princess que enlazó de nuevo con un tema de auténtico ambiente Stone, Hot Shot, en mi opinión una canción que debería mantener en repertorios futuros y auténticas joyas como Four Walls (este tema me sigue estremeciendo), Let It Go, el desparrame de Fuel The Fire o el final con Big Borrow Steal justo después de una cover del When The Whip Comes To Town simplemente inigualable.

Jim Wilson en estado puro, o que es lo mismo, Rock And Roll en estado puro en un concierto íntimo sin que eso quiera decir ñoño o carente de garra, una experiencia brutal que aún se puede saborear por bastantes ciudades de esta país, muy mal harías en perdertelo (aunque ya se sabe "hace frío, es lunes, hay que trabajar bla bla bla bla....)