La verdad es que no soy nada mitómano. Nunca he percibido una erección al estar cerca de alguno de mis músicos favoritos. Tampoco soy de los que se pelean por estar en primera fila de los conciertos con la mano alzada esperando a que alguna de mis estrellas me la estreche. Me la pelan las púas y las baquetas y tampoco hago colas excesivamente largas para que me firmen carátulas. Para mí, los músicos son artistas que generan sentimientos y respeto su trabajo, pero creo que la mayoría, especialmente los más famosos, nos ven como simples monederos con patas. No se me ocurre que un músico quiera conocer a ninguno de nosotros, mundanales humanos, salvo para lograr que compremos uno de sus discos.

Pero cada uno es libre para sentir el grado de admiración y dependencia que le dé la gana. Lo que ya tiene delito es la moda generalizada de las entradas VIP. Bon Jovi van a poner a la venta entradas Diamond Ring Vip Experience para sus conciertos de Donostia y Barcelona, por valor de 275 euros. Esto no es nada comparado con los 1.000 euros que cobraban los Kiss por su KISS Meet & Greet Experience en Barcelona o Madrid hace pocos meses. Pagar 1.000 euros por sacarse unas fotos con esta gente, balcucear gilipolleces sobre lo buenos que son, verles comer a lo lejos mientras se descojonan de ti a tu puta cara y hacer como si fuesen amigos de toda la vida me parece una de las mayores estupideces imaginables. Y luego para colgar las fotos en el perfil de Facebook o Tuenti correspondiente...joder, por ese dinero me hago un curso de PhotoShop y falsifico una foto con Hendrix. Eso cuando puedes fotografiarte con ellos, porque con los Bon Jovi sólo puedes fotografiar sus instrumentos...manda webos.

Es triste que estando las cosas como están, la peña se gaste 1.000 euros o 275 euros en estas entradas especiales. Si aún fuese para que Jon Bon Jovi o Paul Stanley nos hiciesen un trabajito fino lo entendería...al menos tener derecho a un morreo con lengua... Pero la verdad es que todo esto me da pena. Pena porque el rock en esencia era transgresión y rebeldía, y quiero pensar que ese sigue siendo el espíritu de hoy en día y el que se percibe en las nuevas bandas. Estas entradas VIP nos convierten a nosotros y a los grupos que las patrocinan en borregos al servicio de las grandes compañías de merchandising para los que sólo somos, como ya he dicho antes, monederos con patas y sin cerebro.

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3 comentarios

  1. TSI-NA-PAH // 2/11/10  

    1.000 euros es un insulto al ser humano!
    Salud!

  2. Peter Allman // 2/11/10  

    Eso del morreo con lengua si fuera con Lita Ford o Doro Pesch SISISISISI, pero con el Bon Jovi o Paul Stanley, no se pero deben raspar un poco jijiji. De todas formas me parece esas cantidades un verdadero desproposito. No se , el día de mañana veras como te cobran un canon por desgaste de imagen al verles demasiado....

    Un saludo!

  3. Rocklive.es // 3/11/10  

    Tsi-na-pah, sobre todo es un insulto para quien no los tiene, que son muchos

    Pedro12, lo del morreo digamos que es una licencia poética, pero es que por esa pasta por lo menos llevarte algo más que una foto. Un saludo...