La Sala Lemon Society de Palencia continúa con su programación de conciertos apostando no solo por la calidad sino por la diversidad de estilos, y en esta ocasión fueron los hard rockeros The Jokers los encargados de ofrecernos un gran show para el, hay que decirlo, no demasiado público que acudimos a su llamada.
The Jokers tienen en su haber un solo álbum editado, The Big Rock And Roll Show, mezclado por la leyenda del género Mike Fraser (AC/DC, The Cult, Buckcherry...) y aunque provienen de Liverpool (UK) su estilo y sonido mira de manera descarada tanto hacia el otro lado del Atlántico y más en concreto al hard rock de raíces angelinas que nos alegró la vida durante los ya lejanos años 80, como a la tradición setentas de las bandas rockeras británicas que también se dejaron influenciar por los sonidos USA.
El grupo vino con muchas ganas de agradar y quedó patente desde que los primeros acordes de Let It Rock sonaron, de manera atronadora, por los altavoces. A partir de ahí quedó patente que Wayne Parry, que presentaba una imagen muy Morrison, con su voz de matiz blues a lo Paul Rodgers (Dios me perdone por el atrevimiento en la comparación pero es para dar una idea) no tenía el "chorro" suficiente para imponerse sobre la base rítmica, de ahí los múltiples problemas de sonido que tuvieron, pero si para trasmitir un gran feeling musical.
Presentaron muchas de las canciones de la que será su nueva obra, con el revelador título Rock And Roll Is Alive, y las combinaron con algunas piezas del Big R&R Show, como la estupenda balada Hell To LA, muy del gusto de los primeros tiempos de Aerosmith o la más británica Shake donde filtran el funk a través del hard rock. Profesionales y entusiastas supieron contagiar a los presentes su energía abandonando el espacio reservado para la banda y mezclándose con la audiencia, que respondió con efusividad, y colando en su repertorio diferentes versiones ,Communication Breakdow de los Led Zeppelin, Helter Skelter (más cercana en su cover a los Motley Crue que sus paisanos) o School´s Out de Alice Cooper para acabar el repertorio.
Su guitarrista Paul Hurst fue uno de los más participativos tocando entre el público, fotografiándose con la gente mientras interpretaba los solos y moviéndose sin cesar en un sin fin de poses rockeras más propias de un gran escenario que del pequeño recinto de la Lemon y Parry tuvo el detalle de ponerse una camiseta de El Palentino para disfrute de la concurrencia, pequeños detalles que mostraban sus ganas de agradar y dejar el buen sabor de boca necesario para, como nos confesaron al acabar el bolo, volver a España el próximo año con su nuevo disco bajo el brazo y sacar rendimiento al trabajo realizado en este agotador tour. Desde luego que Jokers cumplieron de sobra con las expectativas y a buen seguro conseguirán reunir a más gente en un futurible tour. Una banda de esas que con un poco más de promo te venden en los festivales europeos del género como el próximo boom en este caso para disfrute de unos pocos.
Por Fran Cea
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