Por Larrypas
24 ediciones lleva ya el Getxo Blues y no ha perdido ni un ápice de versatilidad y calidad, más allá de programaciones erróneas o artistas en baja forma. Y no era el caso de este año con una terna de lujo: Elvin Bishop (al que no vimos el jueves), Dana Fuchs y Joe Louis Walter. Pero las cosas se torcieron y Dana Fuchs anuló su concierto siendo sustituida por Dr. Feelgood. Aun así, y driblando al fútbol, el viernes y el sábado dirigimos nuestros cuerpos hacia la carpa habilitada en la Plaza Biotz Alai de Getxo, escenario fijo ya y que gana por goleada al anterior sito en Areeta por comodidad, sonoridad y espacio.
El viernes era el turno de Dr. Feelgood, remedo de la banda cimera que fue en esto del ritmanblús espasmódico, no en vano ninguno de sus miembros originales queda en la banda, por mor de alejamientos propios (Wilco Johnson, Sparko o The Big Figure) o de fuerza mayor (Lee Brilleaux – R.I.P. 1994). Y a las nueve en punto minuto arriba, minuto abajo, los “nuevos” Feelgood saltaron al tablado getxotarra derrochando ganas y actitud pero, y siempre hay uno, no logrando hacernos olvidar a los originales vistos una y mil veces en deuvedés flipantes y adrenalíticos (suerte tuvieron los que les pudieron ver en vivo; no es mi caso). No les ayuda precisamente que el bolo sea una sucesión de himnos de los doctores de los cuatro primeros discos (cuando estaban todos), de versiones sin riesgo y de huídas de Robert Kane en busca de aire (soporte sobre el que se sustenta todo el cotarro, en su defensa hay que resaltar su entrega cuasipunk, llena de muecas y poses, y su buen hacer a la armónica). Así, el “Down by the Jetty Blues” excitante devino en marasmo guitarrero bluesy sin fuste y la “Roxette” ardiente en planicie festivalera , aunque trocaron el ritmo con una “She does it right” de síncopa lasciva, un “Milk & Alcohol” pletórico y una “Going back home” coreada por todos los presentes (aquí me incluyo, ojo). Y entre picotazos a los éxitos y alguna versión resultona (“Who do you love”) llegamos al fin de fiesta con un bis al uso entre el “Tequila-Bony Moronie” y una “Route 66” dura y consistente. Correctos.
Y para el sábado el plato fuerte del festival. Joe Louis Walker aterrizaba de nuevo en Getxo tras su paso en 1994, de buen recuerdo. Sin sección de viento, como entonces, Walker se benefició de la banda de Todd Sharpville, hacha rocoso que se gustó y nos gustó (más a la sombra del “jefe” que en solitario), de una sección de teclados con groove ejercido con mesura y de la presencia voluptuosa de Bertha Blade a los coros y la réplica en temas cimbreantes en el soul (“Tell me why”). Durante dos horas Joe Louis Walker picoteó parco en su último disco, “Hellfire”, digitó versátil en el blues y sopló la armónica excesivo pero sin chicha en un “Sugar mama” sin fin que le permitió deambular sin chispa entre el respetable. Su slide echó chispas en solos con gusto, rockeó en “Too drunk to drive” (uno de los temas de su último disco), aun y cuando Todd le comió la tostada al punteo frenético, y despachó sin tacha un “It’s a shame” soulero, estilo en el que no se revolcó como nos gusta y más ante una “contestataria” y sensual en la pose Bertha Blade. Su voz no desentonó aunque no se desparramó en el calor soul, digitó con estilo sobre todo a la slide, permitió demasiados escarceos al micro de la Blade y dejó para el final lo mejor de la noche en un duelo rockista de guitarras con Todd en una “You’re gonna like it this way” a la que hincaron el diente con arrojo y sin mesura.
Y una nueva edición del Getxo & Blues que se acaba y, a diferencia de algunas ediciones anteriores, dejando un buen sabor de boca. A ver qué artistas se sacan de la chistera para el año que viene.
Dr. Feelgood
Joe Louis Walker
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Rocklive.es
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jueves, junio 28, 2012
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