Stacie Collins es sin ninguna duda el lado más amable del country rock y ella lo sabe bien, de manera que aunque estemos algo escasos de este tipo de conciertos por estas latitudes (y de un poco de cultura musical al respecto del género) Stacie Collins ha demostrado que cuando se tiene calidad y se ofrece un producto bien elaborado las audiencias lo saben reconocer.
Así que apenas un año después de sembrar la semilla del honky tonk por estas tierras, conseguir muy buenas reseñas (como la que servidor mismo publicó en esta misma web) y ganarse a sus seguidores uno a uno con su simpatía y sus ademanes escénicos Stacie ha sabido sacar partido al dicho de "quien siembra recoge" y ha multiplicado la presencia en las salas.
En el caso de El Gran Café de León la entrada fue más que aceptable, más teniendo en cuenta que se trataba de un lunes y que en esta sala los conciertos empiezan realmente tarde, y Stacie, aunque con algún problema de sonido al comienzo, supo atraer a decenas de flashes y subir los niveles de testosterona del público masculino con sus estudiadas poses.
De todas maneras que no os engañen sus ojos felinos y sus contoneos, existe realmente un contenido musical más que válido en su propuesta, sobre todo cuando como hace en directo, se olvida de los temas más suaves y se centra en su faceta más rockera, ya que es difícil resistirse al ritmo de rodeo de la inicial Tied To You con el sonido de bajo de su marido Al Collins percutiendo a modo de guitarra y el tronar de la armónica al volumen de un guitarrista al que quizás un poco mas de pulso se le hubiera agradecido.
Stacie durante casi hora y media navegó entre el blues rock de I Don´t Care Who Knows, el country salvaje de Hey Mister (de lo mejor de la velada) o Carry Me Away (con sonido heredero de loa eternos Georgia Sateliltes), la trotona 200 Proof Lovin, las covers de Ooo Las Vegas de Gram Parsons o It´s A Long Way To The Top de AC/DC e incluso dejó a su marido cantar el tema de Jason & The Socochers If You Want To Get To Heaven en un show que apenas contó con interrupciones entre tema y tema y que finalizó, como en su anterior gira, con la protagonista en el puesto de merchandising repartiendo sonrisas, besos y firmando y fotografiándose con todos los presentes.
¿Va a salvar Stacie Collins el panorama musical con su propuesta? ¿Recordaré este concierto como el mejor del año? Pues la respuesta es negativa en los dos casos pero desde luego que volveré a asistir a sus shows futuros ya que por muy poco dinero te ofrece un espectáculo increíblemente profesional y una noche de música festiva y de sencilla digestión con la que acompañar unas cervezas. Después de leer los comentarios que esta gira ha levantado tengo claro que en la próxima seremos muchos más.
Por Fran Cea
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