Existen una serie de imágenes que se encuentran grabadas sin remedio en el subconsciente musical del todo amante del género y que evocan, de manera involuntaria, clichés que los medios de comunicación, la literatura musical o incluso un aura legendaria se han preocupado de alimentar regularmente.
De esta manera si alguien menciona al ELVIS de los años setenta inmediatamente pensaremos en su figura enfundada en esos majestuosos trajes llenos de adornos y en casinos de LAS VEGAS repletos de locas fans de “mediana edad”. De la misma forma si pensamos en las bandas de hard rock y glam de los años ochenta, en seguida acudirán a nosotros instantáneas que en muchas ocasiones no hemos visto, pero que los artículos de prensa o libros como el afamado “THE DIRT” (aquí llamado LOS TRAPOS SUCIOS) de MOTLEY CRUE se han ocupado de recrear. Y volveremos a acordarnos de las imágenes de decadente glamour barriobajero y de lugares como SUNSET BOULEVARD en LOS ANGELES repletos de chavales con el pelo pintado y los pantalones de cuero ajustados rodeados de oxigenadas rubias de “relajadas costumbres” y dispuestas a todo por sus futuras rock stars.
ADAM BOMB no es de LOS ANGELES sino de NUEVA YORK pero representa perfectamente el anverso de todos estos estereotipos y nos deja aturdidos al comprobar con nuestros ojos que no todo fueron historias de vencedores como los GUNS AND ROSES, POISON o CINDERELLA sino que tras las bandas que consiguieron sus momentos de reconocimiento y fortuna no fueron pocas las que se ahogaron sin posibilidad de redención en el asfalto de sus calles o en la trastienda del RAINBOW, TROBADOUR o el WHISKEY A GO GO.
Pero ADAM estuvo a punto de conseguir saborear las mieles del triunfo en múltiples ocasiones, tantas como esta la esquivó, y aunque después de sus estudios de guitarra en la BOSTON BREKLEE COLLEGE de BOSTON y de hacerse un nombre en el negocio con GEOFF TATE (vocalista de QUEENSRYCHE) formando TKO, hacer una prueba como guitarrista de KISS sólo con 18 primaveras o compartir apartamento con IZZY STRADLIN (GUNS AND ROSES con cuyo vocalista AXL ROSE tocó en un concierto en el 93) o TOMMY THAYER (ex BLACK AND BLUE y ahora en KISS) o haber sustituido a YNGWIE MALMSTEEN en STEELER y formar bandas con los miembros de la banda de BILLY IDOL o JIMMY CRESPO (ex AEROSMITH) ahora su presente es muy diferente.
Son muchos los conciertos que he visto en estos años pero realmente como este nunca.
ADAM BOMB presenta una imagen demacrada para un hombre de 47 años y sobrevive al frente de su “3 PIECES BAND” intentando ofrecer algo de show y diversión a quien se acerque a visitarlo.
En esta ocasión tan solo éramos unas 30 las personas que nos acercamos hasta la coqueta ESTUDIO 27 burgalesa (últimamente mi segundo hogar) y allí apreciamos como la banda se había ocupado de adornar convenientemente el escenario con cables de luces o fluorescentes como pies de micro y como el guitar hero abordaba una y otra vez a los asistentes que esperábamos el comienzo del show intentando vendernos por un euro unas boletas para un par de cds de su banda que sortearía en medio del show (y que fueron a parar a una señorita con la que hablaban muy amistosamente al llegar).
A las once comienza el ESPECTÁCULO (si, si, con mayusculas) y ADAM nos escupe a la cara un repertorio compuesto por canciones suyas con gran influencia del lado más punk del sleazy angelino, aquel que llenaba los surcos del TOO FAST FOR LOVE de los CRUE o el LIVE!? LIKE A SUICIDE de los GNR) como I WANT MY HEAVY METAL, JOHNNY IN THE SKY o ROCK LIKE FUCK y con versiones de KISS (FIREHOUSE), LED ZEPPELIN (ROCK AND ROLL), VAN HALEN (ERUPTION) o un NEW YORK NEW YORK que habría levantado de su caja al mismísimo SINATRA si lo hubiera escuchado y hasta un sorprendente SIETE VIDAS de ANTONIO FLORES (juro que es cierto) a ritmo de hard rock o un tema en francés titulado JE TÁIME BABY, SUCK MY DICK para el que con voluntad colaboramos todos los presentes.
Todo ello acompañado de un espectáculo pirotécnico (juro que lo que cuento es real y que esta noche no probé el alcohol) en el que la guitarra de ADAM funcionaba como lanzador de bengalas, los platos de la batería eran rociados de combustible y ardían en llamas mientras tocaban, el bajista escupía fuego como si fuera un fakir o como número final ADAM BOMB prendía fuego a su GIBSON rosa al final de un solo para después de apagarlo seguir interpretando la canción ¡Y TODO ESTO PARA LOS ESCASOS ASISTENTES!!! y con auténtica pasión y entrega por parte del músico en un show en el que a los 30 minutos de comenzar el protagonista hizo una parada de 20 para “fumar un porro”.
Claro que hay que recordar que, como os he comentado más arriba, estamos hablando de la historia de un perdedor al que el destino se ha empeñado de dar la espalda y eso ocasionaba que las bengalas no siempre encendían o se apagaban rápidamente, que las cuerdas de sus maltratadas guitarras se rompían una y otra vez para desesperación del resto de la banda, que discutió repetidamente con él sobre el escenario por motivos que no llegamos a comprender, que el parche de la caja del batería tuvo que ser sustituido en dos ocasiones con el mosqueo mayúsculo del músico, que el cable del micro hiciera unos ruidos infernales (tampoco ayudó que cuando hacía un tema instrumental lo descolgaba y lo ponía ante su amplificador para atronarnos con un volumen insoportable) o que el humo de sus juegos con el fuego anegó el pequeño recinto interior y dificultó enormemente la visión y bastante el poder respirar con normalidad. Todo esto ante una audiencia que más que fría estaba perpleja y anonadada ante el show que estaba contemplando.
ADAM BOM es un producto de su generación y del momento de la historia que aspiró a protagonizar y a día de hoy arrastra su papel por los escenarios del mundo en los que pueda tocar con la dignidad de una diva que nunca llegó a ser estrella y cuyo personaje se transforma en un compendio de esperpento y frustración como si de una mujer barbuda se tratara capaz de cautivar durante unos segundos al público de su circo de provincias pero que arrastra una losa tan grande de entierra su vida.
En la música, como en todos los aspectos de la vida, nos dividimos en triunfadores y vencidos, salvo unos cuantos que siguen siendo luchadores, ADAM BOMB aún no se ha rendido y se encuentra entre ellos y simplemente por eso se merece todo mi respeto.
by beerbeer
La verdad es que da gsuto leer entradas como esta en la que un tío, que estuvo a punto de ser grande se encuentra un día en una sala con treinta personas y aun así es capaz de desplegar todo su arte. Y encima atreverse con el Eruption de Van Halen. Buena cronica una vez más beerbeer. Muchas gracias.
ResponderEliminargracias por dejarme un espacio para dejar mis fotos y pensamientos
ResponderEliminarun abrazo a todos
Muy buena crónica. Enhorabuena!
ResponderEliminarjoder ayer estuvimos viendolo en benidorm y luego nos fuimos de fiest con el hasta las 10 o las 11 de la mañana!!, es un tio genial!!, despreocupado y sencillo, y le tiene un miedo a la poli acojonante, no es pa menos, parecia que nos persiguienran..
ResponderEliminarUn músico de culto,
Para mi es un grande, y hoy, ya le echamos de menos!!!