Ultimamente el trajín en el Bilbao más musical es de traca. No hay día sin bolo y hay días en los que los aficionados deberían partirse en dos o tres cachos para abarcar todo el panorama. La pasada semana dos fueron los conciertos a los que acudí. MFC Chicken en el Satélite T, divertidos y exultantes en el ritmo como siempre, y los franceses The Buttshakers, paradigma del raw-soul y del funk más danzón y que demostraron en el Kafe Antzokia que lo suyo merece más.
Y es que unos cien aficionados (con Fito entre ellos) nos congregamos frente a la ya mítica escalinata del Antzokia para presenciar un show de hora y media de duración, pleno de actitud. Y es que Ciara Thompson y los suyos salieron a por todas sin importar el aforo. Es verdad que la propuesta suena a ya vista: banda masculina y fémina a la voz y al show, pero los Buttshakers se pasan por el forro alguno de los axiomas de este tipo de bandas y se acercan más a colegas que bucean en la electricidad en busca de su identidad.
Hora y media, ya lo hemos dicho, en la que el soul principió potente, el trombón tuvo su protagonismo y la voz de Ciara no defraudó. El funk campeó en el Kafe Antzokia y Ciara desbordó vitalidad bajando en varias ocasiones para incitar al público al bailoteo. Cosa que no consiguió por cierto, salvo por un par de animadas que se salieron del proverbial soserío del público de la capital del mundo. Recuperaron canciones de todos sus discos, plenas de soul, aunque a mi me desbordaron cuando, fuera los vientos, se cascaron un "Movin' On" que incidió más en el fuzz y la distorsión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te cortes y deja tu comentario