
Con la mayoría de su repertorio interpretado con la compañía de una guitarra, y en algunos casos del piano, incluso sus canciones más conocidas adquieren nueva personalidad. De tal manera que temas insolentes o descarados de su primera época, como por ejemplo “(The Angels Wanna Wear My) Red Shoes”, “Watch Your Step”, “Watching The Detectives” y “Pump It Up” son reconstruidos y devienen piezas con más matices y otra tonalidad, menos provocativas.
A lo largo de esta gira Elvis Costello ha ido acompañando las interpretaciones con recuerdos y anécdotas, al tiempo que detrás suyo una pantalla con forma de televisión antigua gigante va mostrando imágenes de su infancia, de sus influencias musicales y culturales, así como viejas fotografías de su familia.
El concepto funciona. La crítica especializada ha dicho: “como cantautor, su habilidad para conjurar tanto un tiempo concreto como la emoción es lo que comanda el espectáculo” (The Independent); “su voz madura coge las canciones y se las lleva a alturas incluso más altas” (The Artsdesk); “Costello ofreció algo más: su inagotable, exigente e íntimo compromiso con sus canciones, las viejas y las nuevas” (The New York Times).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te cortes y deja tu comentario