Crónica concierto Laura Cantrell en Bilbao

Texto: Jorge Escobedo
Fotos: David Marban

La dulzura como carta de presentación. Esto fue lo que más me llamó la atención de Laura Cantrell la primera vez que supe de ella, allá por el año 2011, gracias a su disco de homenaje a una de las divas del country, Kitty Wells. Y eso mismo es lo que más destaco de su concierto de ayer en la Sala BBK de Bilbao. Único concierto de la península junto con el que dará en el Huercasa Country Festival por tierras segovianas. Un lujazo poder disfrutarla al ladito de casa.

Me asombra ver largas colas mientras me acerco a la sala, y pienso: “parece que algo ha cambiado. Me alegro de esta repercusión del concierto”. Y una sonrisa se dibuja en mi cara. Poco dura la alegría en la casa del pobre, y enseguida me doy cuenta que dichas colas son para poder agenciarse la pulsera del BBK Live, que este mismo fin de semana se celebra en la capital vizcaína. Una vez en la sala, los mismos cuatros gatos de siempre. Esos que no nos guiamos por las modas, por el que dirán, por estar en el evento de turno… Pero bueno, eso es otro tema. Como vengo diciendo desde hace mucho tiempo… ellos se lo pierden.


Gacela Thompson son los encargados de abrirnos el apetito. El grupo bilbaíno formado por Pilar G. Goti a la voz, el enorme Carlos Beltrán y el maravilloso Yahvé M. DelaCavada a las guitarras y Arantza Heredia al violín nos ofrecen un recital de sonidos acústicos llenos de matices, que como el buen café, hay que degustarlo poco a poco. Folk-Rock de altura.

Tras una breve pausa para preparar el terreno, aparece en escena Laura Cantrell. Con una preciosa camiseta de rallas rojas y negras, falda vaquera entallada y zapatos de tacón a juego, Laura y su banda se disponen a ofrecernos canciones de todos y cada uno de sus trabajos. Lleva desde el año 2000 en esto, con seis álbumes de estudio publicados, y se nota su dominio de la escena. No así la banda, que la noto falta de punch al comienzo, algo dubitativa, cosa que mejorará a medida que avanza la velada. Me sorprende ver entre ellos a Francis MacDonald, batería de Teenage Fanclub, pero se amolda perfectamente al sonido de la Cantrell.


Alternando entre el country más sensual y el honky tonk más divertido, disfrutamos de unas perfectas melodías en “Churches Of The Interestate” y “Don´t Break The Heart”. Una evocadora “Queen Of The Coast” nos hace agarrarnos a la silla. Ya estoy rendido. En “Can´t Wait” y “All The Girls Are Complicated” nos invita a movernos con una sonrisa. Dan ganas de levantarse de la butaca y ponerse a bailar. “No Way There From Here”, que da título a su último disco, la canta como nunca. Dejándose el corazón en cada palabra. Preciosa. En “Glass Armour” y “Someday Sparro” queda claro que se mueve como pez en el agua en los medios tiempos. Le sientan de maravilla a su voz, que en muchos momentos me recuerda a mi querida Patty Griffin.

Pero es en el bis donde realmente vemos todo el potencial de la cantante de Nashville. La arrebatadora “The Whiskey Makes You Sweeter” es de sentar cátedra. Me atrevo a decir que una de las canciones más maravillosas que he podido escuchar en directo en mi vida. Me rompe el corazón y se me hace un nudo en la garganta. Como dijo mi buen amigo Joserra Rodrigo al final… “no he escuchado una cosa más country en mi puta vida”. Y como un tren descarrilado, ponen punto y final con “Yonder Comes A Freight Train”.

2 comentarios:


  1. Gracias por la crónica del concierto.

    Un saludo desde la Sala BBK.

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  2. rocklive14/7/15

    Muchas gracias a vosotros por apostar por la música en directo
    Un abrazo

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