Por Fran Cea
La verdad es que la expectación que había levantado la visita de Sister Sin a nuestro pais era inusitada entre los medios para tratarse de una banda de propuesta musical tan clásica. Es cierto que su último trabajo Now And Forever no está nada mal si eres seguidor del metal "old school", pero también es indudable que la presencia en sus filas de una mujer como Liv Jagrell y su poderosa voz son capaces de despertar por sí misma la curiosidad de muchos seguidores masculinos. Tras el paso de los suecos por las cinco ciudades de su tour es curioso comprobar en las reseñas la unanimidad en cuanto a las bondades del cuarteto y su propuesta aunque he de confesar que, quizás por mi escepticismo, no acabo de compartirlas en su totalidad.
Cerca de 100 personas para un martes laboral en una ciudad no excesivamente metálica como Gijón es un gran bagaje y lo que nos encontramos fue con un cuarteto que sabe que se encuentra ante la oportunidad de desarrollar su set list como estrellas de la noche, lejos de los poblados carteles de festivales en los que han tomado parte, y que deben dejar buen sabor de boca para crearse una cantera de fans. Probablemente sea este el motivo por el que lo que no faltó en ningún momento fue una entrega desmedida en cuanto a actitud y poses por parte de todos sus integrantes, así como una imagen bastante cuidada y agresiva.
Tras una intro, la que abre su último cd, comenzaron con End Of The Line, un tema que sirve de libro de estilo para la formación. Velocidad, ritmo de batería machacón, algún que otro armónico a la guitarra y la omnipresente voz de Liv ocupando todo el espacio musical tanto las rápidas estrofas como en los estribillos de corte "himnico" (esos de entonar con el puño en alto). El problema en mi opinión fue que ningún miembro de la banda está al nivel que muestra la vocalista, que con una voz más rota y poderosa que en el cd no solo atrae miradas y flashes sino que se convierte en un único foco de interés habida cuenta que tanto batería como el bajista "de aspecto más punk" no dan la talla en el sonido. Si que salvó muy bien la papeleta su guitarra Jimmy Hitula, que no se desprendió de su cazadora de cuero en todo el concierto, pero al no estar arropado convenientemente no podía sostener la canción cuando llegaba el momento de los solos, otro compañero de apoyo a las seis cuerdas quizás sería una buena opción.
Sin embargo tienen temas capaces de captar la atención como Fight Song, de nuevo con unos coros contagiosos muy bien puestos, o The Chosen Few? , incluso fue curioso escuchar la versión de Make My Day por una voz tan alejada de la del gran Lemmy (la verdad es que les quedó muy bien) y aunque me sobró la balada a piano Morning After el balance global fue positivo.
Seguro que su próxima visita será más exitosa en cuanto a público aunque a mi me sigue quedando la duda de hasta donde llegarían conservando la voz y presencia de Liv, los temas tan potentes y una banda algo más capacitada.
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