Me preguntan los amigos si después de ver en concierto en seis ocasiones a The Brew, incluyendo esta cita de Ponferrada, no me canso. Y la verdad es que no. El esfuerzo que está realizando su promotora en España, Big Time Music, (que amablemente reconoció en su cartelería promocional a rocklive.es como medio oficial de la gira) está permitiendo que podamos disfrutar de algo que hasta hace poco tiempo era exclusivo de las audiencias británicas o americanas, poder ver de manera paulatina el despegue musical y comercial de una banda de rock llamada a escribir una página importante en el devenir del género. De esta manera con cada nueva visita comprobamos como se afianzan sobre el escenario en lo musical y como su repertorio, que se ha visto reforzado con el lanzamiento de su último trabajo The Third Floor, ha permitido que añadan nuevos matices y sonoridades en su estilo.
Probablemente no habrá rockero en el país que no se haya citado con la banda de Jason Barwick en estos años pero quien repite comprueba la evolución. Siguen desbordando la pasión de las primeras fechas en cada concierto, algo meritorio si tenemos en cuenta que superan las doscientas actuaciones anuales, alargan sus shows de manera ostensible a poco que la audiencia esté receptiva y siguen manteniendo la cercanía y amabilidad con sus seguidores.
Por todo esto el público que asistió de manera generosa a la estupenda sala La Vaca de Ponferrada, que volvió a mostrar sus bazas de sonido nítido y potente añadido a un escenario y juego de luces que ya lo querrían el 90% de la salas de concierto de cualquier ciudad de España, disfrutó de dos horas y cuarto de intensidad musical a cargo de una formación que volvió a saltar a las tablas sin set list y que se dejó llevar por la inspiración del momento e incluso atendió peticiones del respetable (en forma de pancarta improvisada solicitando la cover de Little Wing de Hendrix).
La primera parte del show se basó en su nueva obra y fueron cayendo el acompasado ritmo de Reached The Sky, el sonido "espacial" de Master And The Puppeteer, la estupenda y sesentera Sirens Of War (para el que escribe una de sus mejores composiciones) o el violento riff de Six Dead todo ello entre los característicos saltos de Jason (alguno de los cuales terminó con su Fender por los suelos), la contundencia rítmica de Tim Smith al bajo y el derroche de facultades del que para mí es uno de los mejores baterías jóvenes del momento, Kurtis Smith, que volvió a demostrar que a pesar del brillo que Barwick muestra a las seis cuerdas es el elemento definitorio del sonido The Brew.
Para la segunda parte del show dejaron sus temas anteriores, que fueron recibidos por el público con muestras de aprobación y secundados en las letras por todos los presentes, demostrando que ya son clásicos, sobre todo Every Gig Has A Neighbour, Surrender It All y por supuesto una extensa KAM donde la Strato de Jason sacó auténticas chispas en un solo largo y creativo (se nota que amo este tema) y la también alargada A Million Dead Stars entremezcladas con sus típicos números de solo con arco de guitarra a lo Page (mucho más comedido y estructurado en esta ocasión) o el largo solo de batería (finalizado golpeando su kit con las manos) que fue lo suficiente variado como para no cansar.
The Brew siguen retrotrayendo su camino musical hacia etapas pasadas, cada vez menos en los setenta y más en los sesenta y menos americanos y más británicos (Cream, Jeff Beck...aunque antes del show Tim me decía que opinaba justo lo contrario) pero en todo caso derrochando una pasión musical (añadida a la destreza) que se va perdiendo en las nuevas formaciones, más preocupadas por el continente que por el contenido. No es para nada un viaje gratuito al pasado sino una evocación de un estilo anterior que se mezcla con tintes actualizados (My Morning Jacket, Kula Shaker o Rage Against se filtran entre sus composiciones) y que produce una fórmula fresca y excitante.
Recuerdo que cuando les vi derrochar energía hace unos años pensé que ojala fueran capaces de mantener y encauzar ese terremoto musical para perdurar en la industria, ahora no me queda ninguna duda de que así será y lo que es mejor, su carácter indomable, su habilidad para mostrarse como una banda mejorada gira tras gira y sus ganas de seguir tocando les hará regresar a enseñárnoslo al menos un par de veces al año. Yo ya estoy contando los días para su siguiente visita.
Por Fran Cea
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te cortes y deja tu comentario