Crónica concierto American Dog León Septiembre de 2011 por Fran Cea

Quizás la dirección de la Taberna Belfast debería pensarse seriamente en cambiar el nombre de su local y pasar a denominarse "el milagro del Páramo" porque hay que ser muy tenaz, amar mucho la música en directo o estar un poco loco (o quizás todo al mismo tiempo) para continuar apostando por los conciertos y en general por la cultura en estos tiempos en que todas las administraciones públicas (es decir, los que manejan nuestro dinero) hablan de recortes económicos.

Pero parece que ellos continúan empeñados en mantener una programación estable en un local de reducidas dimensiones y en una pequeña población de la provincia de Leon y este año han sido varios los grupos de renombre que han pasado por su escenario (todavía me tiemblan las canillas después del conciertazo que Hogjaw dieron hace apenas unos meses) y para poner punto final a un fin de semana de festival (el Territorio Lunar) en el que han pasado de manera gratuita bandas como Maggot Brain o Soulbreaker Company era el trio de Ohio American Dog quienes descargaron algo más de una hora de repertorio (podrían haber sido algo más generosos en este aspecto) ante medio centenar de rockeros que disfrutamos de lo lindo con el buen hacer de la banda de Michael Hannon.


American Dog son uno de esos ejemplos de banda de carretera que se han granjeado una buena reputación a base de girar sin parar por todo el mundo. Veteranos de muchas batallas, por su curriculum aparecen nombres como Salty Dog, Blackjack, Hate o Dangerous Toys y son constantes las visitas que realizan a nuestro pais.


En este caso se trataba de presentar su último trabajo Mean (el número 12 si contamos eps y directos) y mostrar sobre las tablas que son un power trio hard rockero en el que las raices más sureñas que aparecen en los cds se diluyen en directo en favor de un sonido mucho más rudo y espinoso basado en los riffs de su guitarra Steve Theado, que sin ser un virtuoso cumplió con su Les Paul, y en la voz de Hannon, rasposa y cazallera que daba réplica a composiciones que recordaban, quizás en demasía a Rosse Tattoo, o lo que es lo mismo al cruce de la sencillez de raiz blues de AC/DC con la suciedad de Motorhead e incluso en algunas ocasiones con el ritmo punk de Ramones, por lo que las referencias a Nasville Pussy o incluso Reverend Horton Heat (como formaciónes más actuales) son quizás las más obivas.


Con puntualidad absoluta y casi sin dar tiempo a los que se concentraban en la puerta del bar, cosas de la ley anti tabaco, fueron haciendo caer canciones como el boogie de Rock N´Roll Dog, Out Of The Sun y Shitkicker (autentico Motorhead), I Keep Drinkin o en la recta final la cachonda y pseudo country Drank Too Much (con la sombra de George Thorogood flotando en el ambiente) precedida por un amago de arrancarse con el Radar Love de Golden Earing y para terminar un festivo Some Times You Eat The Pussy (and some times the pussy eats you) todo ello después de dar buena cuenta de multitud de cervezas "majou" y departir con buen humor con los pocos asistententes.

Desde luego American Dog no salvaran al mundo con su Rock ni sonarán jamás en ninguna emisora de nuevas tendencias ni en ninguna lista de éxitos pero son capaces de montar una buena fiesta allá donde tocan (quizás por eso les suelen contratar para actuar en concentraciones moteras) con sus canciones cortas y sus letras hablando de sexo y alcohol (primarios hasta la médula) y en mi caso conviertieron un anodino domingo de final de vacaciones en una fecha destacada en la que, al menos yo, acabé pensando que el rock más básico y visceral en estos tiempos debería considerarse como música "alternativa" ya que de grupos indies vacios está el panorama musical suficientemente servido.

por Fran Cea (beerbeer)