


De todo ello quedó claro que Myles es un gran cantante que sin embargo se muestra algo apocado sobre el escenario, como ensombrecido por la figura del guitarrista, y que sabe que en muchos momentos del show debe echarse a un lado para no ocupar un espacio que quizás no le pertenece (algo que quizás cambie si se confirma que van a grabar un cd integro nuevo juntos). Su registro vocal es rico y menos agresivo, más acorde para públicos más abiertos estilísticamente y desde luego alejado del torrente vocal que mostró Rod Jackson cuando grabó Ain´t Life Grand, un impresionante disco de hard rock clásico que pasó por el mercado de manera discreta a pesar de su calidad.
Convenció a todos los presentes pero se le debería exigir más protagonismo, sobre todo cuando queda claro tanto por la promoción de la gira como por el papel secundario del resto de los componentes (que exceptuando a su bajista tan siquiera se movieron de su espacio) que es uno de los puntos clave del show.

De muy buen humor y entregado desde el primer tema, un sobresaliente Ghost, no paró de moverse sobre el escenario, sudar abundantemente y ocupar la parte central del mismo durante muchos momentos para presentar a la banda, alguna de las canciones e incluso animarse en los coros en We´re All Gonna Die.

Con la audiencia rendida a sus pies la banda, cuyo sonido se apreciaba limitado ante el volumen de la guitarra de Slash, se centró en presentar su disco, desde una Back From Cali que resultó ovacionada, el sonido setentero de Starlight (me gustó) y la agresividad de Nothing To Say con Myles como tercer guitarrista y Slash exhibiéndose en un solo desenfrenado e hiperveloz.
La cosa decayó en exceso con Speed Parade (también de los Snakepit), una We´re All Gonna Die donde la voz del bajista no le llegó a Iggy a la suela de los zapatos, la instrumental Wath This y sobre todo la anodina interpretación de Rise Today de Alter Bridge.
Así que para conseguir el acostumbrado subidón final que deje buen sabor a todos echaron mano del repertorio GNR y desde la relajada Patience, en este caso con guitarra eléctrica y a cuya conclusión Slash versionó el clásico tema principal de El Padrino (y de remate una adaptación de música clásica). Pero el karaoke gigante comenzó con las primeras notas de Sweet Child Of Mine que clavaron con el original y dejaron a todos extasiados antes de que una competente Slither, de Velvet Revolver, pusiera el punto y seguido.
No se hicieron mucho de rogar antes de volver al escenario para despedirnos con una interpretación un poco aburrida de Promise y sobre todo la fiereza de My Michelle (menos punk que la original pero más que solvente) y el riff clásico de Paradise City (“customizada” en los coros por Slash) y en la que faltó algo de descontrol en la parte final.
La conclusión es que vivimos un show muy bueno gracias a comprobar que Slash sigue teniendo la magia en sus manos y que es sin duda uno de los guitarristas más importantes surgidos en las últimas décadas no por su creatividad o innovación técnica sino por ser dueño de un sonido reconocible que además representa la parte exacta que le falta a Axl Rose en su proyecto musical, claro que a Slash le falta el mismo componente (la voz y el carisma del histriónico cantante) para volver a triunfar por todo lo alto. Claramente la suma de las dos mitades no es ni la mitad del resultado final, solo faltaría el talento de Izzy Stradlin para volver a encender la mecha. Otra cosa es saber si esto es factible, si tiene un precio fijado y si a los componentes les interesa.
Seguro que saldremos de dudas un día.
Por Fran Cea (beerbeer)
Repertorio Bilbao
1.Ghost
2.Mean Bone
3.Sucker Train Blues
4.Nightrain
5.Rocket Queen
6.Civil War
7.Back From Cali
8.Starlight
9.Nothing to Say
10.Speed Parade
11.We're All Gonna Die
12.Watch This
13.Rise Today
14.Just Like Anything
15.Patience
16.Godfather Theme
17.Sweet Child O' Mine
18.Slither
19.Promise
20.My Michelle
21.Paradise City
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