Confieso que cuando les he hablado a mis conocidos en los últimos días sobre mi nivel de excitación después del impresionante concierto de Michael Bolton en el Patio Central de la Real Fábrica de Cristales de La Granja en Segovia el pasado 14 de Julio me miraban con extrañeza, sin comprender que tras la imagen, comercial y mediática, que el vocalista de New Haven ha desprendido en los últimos años se encuentra un cantante superlativo que editó algunos de los discos más sobresalientes de rock melódico, y quien lo dude que escuche trabajos como The Hunger, Timeless o The One Thing donde trabajaron músicos como Jonathan Cain, Diane Warren, Desmond Child, Neal Schon, Eric Martin o David Glen Eisley…
Lo que no acabo de entender es la poca difusión que tuvo esta gira que tan solo contó con dos fechas en nuestro país, una en Tenerife y esta de Segovia en un espacio precioso que además se ocupó con un escenario de grandes dimensiones y equipo de sonido espectacular que, en parte, justificaba el elevado precio de las entradas, que llegaron a 100 euros en las sillas del patio y entre 40 y 60 en los lugares más alejados y elevados.
Pero todo no era tan de color de rosa ya que los inconvenientes fueron estar ubicado en un espacio excesivamente alejado para tomar las fotos (me da la impresión que la organización no quería que los fotógrafos “pululáramos” delante de quienes habían pagado semejantes cifras) y sobre todo tener que malgastar casi una hora y media de mi vida aguantando el insufrible sonido de saxo de Kenny G, después de haber situado sus canciones en los ascensores y consultas de dentistas de todo el universo (mas de 54 millones de discos vendidos), en vez de emplear el tiempo en labores más productivas como contemplar como crece la hierba. Así que después de un par de fotos de calentamiento y emigrar hacia el bar más cercano, aún llegué a tiempo de presenciar como Kenny maltrataba a una audiencia, confieso que parte en estado de éxtasis, con una interpretación de la canción principal de Titanic, el sorteo de un saxo con su nombre y el anuncio de foto y firma de cd al módico precio de 20 euros….
Aunque el que escribe, unos cuantos rockeros camuflados entre trajes de largo que sufrieron los rigores del frescor veraniego segoviano (algunos abandonaron el recinto tras Kenny G) y gente con buen gusto lo que queríamos era ver a Michael Bolton y disfrutar de uno de esos vocalistas capaces de hacerte dudar del color de su voz de la misma manera que Rod Stewart, Glenn Hughes o Paul Rodgers. Un blanco con garganta negra, que destila soul y que dejó satisfecho con su repertorio, que navegó del soul al pop y de los standards a la opera, a todos los presentes, ya que fue capaz de combinar las múltiples versiones de sus discos, como en el reciente Gems “The Duets” donde da cuenta desde el Pride de U2 al clásico Over The Rainbow, una nueva revisión de When A Man Loves A Woman (que interpretó caminando entre el patio de butacas) o un conmovedor Hallelujah que nos regaló como bis final y entre ellas algún arrebato rockero como How Can We Be Lovers o Steel Bars, una apoteósica cover del Georgia On My Mind (a duo con el innombrable), el clásico Sittin On The Dock Of The Bay de Ottis Reding o aprovechándose de un pregrabado reinterpretar el Nessun Dorma que en su día cantó con Pavarotti y que nos puso a todos el vello de punta.
Y es que el estado de excitación que generó este cantante a sus 58 años produjo que los situados en la parte más alta del recinto se saltaran el serio protocolo existente (y de paso los fotógrafos) y se abalanzaran hacia el borde del escenario, algo que Michael Bolton agradeció sobremanera, para convertir el recital en un concierto y a pesar de la hora (casi las dos de la mañana) justificar que hay mucho más allá de la imagen (extremadamente cuidada) de cantante para adultos.
Así que con una sonrisa de oreja a oreja regresé para casa después de haber visto en acción a un cantante de voz superdotada, aunque la garra de antaño se haya transformado en oficio, desde luego que un repertorio más arriesgado y basado en sus primeras obras hubiera sido una bendición pero tenía claro que no era lo que iba a encontrar. Además no todos los días uno tiene la ocasión de contemplar sobre un escenario un cartel que aglutina más de 100 millones de discos vendidos…
Por Fran Cea (beerbeer)
Qué alegría leer una crítica que se ajusta a la realidad. Los que vivimos ese concierto de La Granja, a pesar del frio, comprobamos lo que tu describes, que Michael Bolton es un músico de los pies a la cabeza, con una voz prodigiosa, que colabora con los mejores interpretes del mundo, y que da lo mejor de sí en cada concierto... una gran persona, que cuida y respeta a su público. Gracias por las fotos y por tus palabras.
ResponderEliminarGracias Anonimo por tu comentario
ResponderEliminarRealmente pienso que vimos un gran concierto y ademas en un lugar fantastico (lastima de la hora y del fresco Segoviano)
Tienes razon en lo que respecta a que respeta a su publico ya que Bolton no se presento a la rueda de prensa de esa misma mañana porque estaba indispuesto (parece que tenia problemas de estomago) y sin embargo a pesar de empezar tan tarde hizo todo su repertorio y se entrego sin problemas
Ahora vamos a esperar al concierto de Chris Christopherson en Madrid que trae tambien una banda impresionante para cerrar un tamdem de grandes voces del easy listening