

El estilo se centra en la vena más comercial y americana del sonido de Nashville y por su batidora musical pasa el country más accesible de rodeo, el blues al estilo de Chicago, algunas baladas (quizás su punto más débil) y sobre todo el gusto por el rock puro al estilo Georgia Satellites, donde se encuentra más a gusto y donde sus composiciones enganchan con más facilidad. Todo aderezado por una presencia escénica arrebatadora (sombrero vaquero incluido) y por su maestría en el uso de la armónica que tocó con profusión y que en muchas composiciones toma el protagonismo total de la canción por encima de los típicos punteos de guitarra.

Durante la hora y media larga que estuvo sobre el escenario de la Estudio 27 demostró que Stacie vive para el directo y que disfruta sobre manera sobre las tablas. Repasó casi al completo su último trabajo, Sometimes Ya Gotta…, obvió su disco de debut y encandiló con sus movimientos sugerentes, su actitud rockeras (el paraíso para los fotógrafos que obtuvimos un catálogo completo de poses), su simpatía con el respetable (repartió besos a todos los presentes) y una entrega que la llevó a bajar a tocar entre el público o subirse a la barra del bar a hacer un solo de armónica.


Pero quizás sea esta su gran baza ya que este tipo de shows son muy poco frecuentes por estas latitudes y además los amantes del country (aunque sea en su versión más edulcorada) no tenemos demasiadas ocasiones para disfrutar con estos conciertos.
Sin embargo cuando acabe el año no creo que tenga dudas de que esta fecha figurará en el top ten de lo mejor que haya podido ver, por diversión, canciones y entrega. Deberían tomar nota muchas bandas que pierden el respeto por las audiencias cuando la afluencia no es la deseada por ellos o cuando simplemente “no tienen el día”. Seguro que Stacie Collins está plantando una “semilla musical” que habrá de germinar si repite gira por nuestro país.
by beerbeer
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