¡25! Las personas que se molestaron en acudir al bolo de los asturianos Stormy Mondays en el Azkena bilbaíno. No es que se esperaran grandes multitudes atascando los accesos a la sala, pero ¡25 personas!. Para una banda de rock clásico, que no antiguo, la única del estado en tocar en el Festival de Woodstock’99, con colaboraciones, en especial de su líder y guitarrista Jorge Otero, con “eternos perdedores” de cierta raigambre, como Elliott Murphy y Willie Nile (al que acompañará por cierto en su concierto del día 2 de abril, aunque eso será historia para otra crónica) y que se ha codeado con el mismísimo Springsteen.
Por antecedentes, por tanto, no es. Vayamos a sus discos. Su propuesta, en los tiempos que corren, es valiente. Regalan, sí regalan, sus discos a través de su web, y después sacan pequeñas rodajas sónicas en formato ep. En esta gira presentan un vinilo azul transparente en el que han recopilado algunos de sus eps (a 20€ en el puesto de merchandising). Su música transita por el lado más dúctil del rock & roll, con guiños al folk, al pop y al soul. Nada nuevo, por tanto. Una falta de riesgo en lo musical que puede estar en la base de su falta de reconocimiento. Y no es que lo que hacen, lo hagan mal.
En esta tesitura saltaron al ruedo del Azkena pulcros (con el setlist perfectamente mecanografiado) y un pelín fríos. En algo más de media hora revisaron su cancionero en inglés y en castellano, con preferencia de aquel. Empezaron ingleses, fuertes en el ritmo pero parcos en el show, poperos a veces y recios cuando se terciaba (“Same old song”). Dieron paso al castellano y la cosa se vino un poco abajo, más por los temas que por el idioma, intentando remontar a lomos del folk campestre “On the run” y consiguiéndolo con una versión del “Fisherman’s blues” de los Waterboys resultona pero demasiado fiel al original (siempre he pensado que las versiones no lo deben ser y han de aportar algo propio). A partir de aquí la cosa mejora, sobre todo en actitud y aun con algún tropiezo poppy (“Fuego”, demasiado ochentera), el rock asomó la cabeza para no marcharse. Guitarras al primer plano (una Rickenbacker preciosa entre otras), canciones potentes ahora también en castellano (“Dias mejores”) y algunos de sus mejores temas, como el “Nothing on my radio” donde la melodía toma el protagonismo. Fin de fiesta con una versión para no fallar: “You can’t always get what you want” de los Rolling, aderezada en su tramo medio con el “Astral week” de Van Morrison. Quedó aparente.
Esperemos que no cejen en el empeño, mantengan la ilusión y se atrevan a insuflar riesgo a su propuesta. No sé si conseguirán más audiencias en sus directos, pero por probar que no quede. Es que, joder ¡25 personas! Para desanimar a cualquiera.
Por Larrypas
NO ME SORPRENDE.ES QUE NO HABEIS VISTO TODO LO QUE CAE POR ALLI ESTE VERANO???,EL AZKENA,EL BBK,LOS JUDAS Y CIA,BON JOVI...ES QUE CASI TODA LA OFERTA LA ACAPARAN LAS 3 CIUDADES DE SIEMPRE Y LA GENTE TIENE QUE DESCARTAR POR HUEVOS...SI LO REPARTIERAIS MEJOR LOS PROMOTORES....
ResponderEliminarLa verdad es que en Bilbao no nos podemos quejar de conciertos; te gusten o no, hay un montón.
ResponderEliminarPor cierto, he detectado una errata. Donde pone "En algo más de media hora revisaron su cancionero en inglés y en castellano", evidentemente tiene que poner "En algo más de hora y media revisaron su cancionero en inglés y en castellano".
Larrypas