Crónica Concierto New York Ska Jazz Ensemble Bilbao 2011 por Larrypas

 New York Ska Jazz Ensemble BilbaoAl mal tiempo buena cara o de cómo poner remedio a unos días fríos con música emanada del calor. Así nos tomamos la visita de los New York Ska Jazz Ensemble al Kafe Antzokia bilbaíno el primer lunes del año. Unos tipos que funden ritmos skatalíticos con jazz abrasivo en prolongaciones instrumentales que relegan la voz a un papel de secundario de lujo. Varios discos les avalan desde 1994 y, desde entonces, giran sin parar teniendo Bilbao como uno de los puntos clave en todas y cada una de sus giras.

 New York Ska Jazz Ensemble Bilbao
La gente no falló a la cita y el Antzokia presentaba un aspecto estupendo cuando los seis miembros de la banda saltaron al escenario y dieron rienda suelta a sus pasiones jamaicanas durante hora y media de desmadre festivo. Y eso que la espera se hizo larga por mor de unos voluntariosos teloneros que se extendieron demasiado y no calaron en la concurrencia.

New York Ska Jazz EnsembleY en esos noventa minutos los Ensemble enlazaron ska y rocksteady de libro, con la sección de viento por las nubes, apoyada en un bajo retumbante y un batería trotón que casi no cabía al frente de su instrumento (era inmenso el tío), progresiones jazzys, las menos, con el guitarrista al frente (un valenciano bregado en mil batallas), con un protagonismo inesperado en este tipo de saraos y ritmos caribeños, del calipso al reggae, incurriendo de costadillo en la bossa brasileña (sin la voz melosa que la caracteriza). Revalorizaron a Gregory Isaacs, con temas melosos cantados por el saxo (Fred Reiter), se acercaron al reggae fumeta homenajeando el “Get up, stand up” de Marley y dejaron sitio al lamento sobre lo dura que es la vida en la ciudad inyectando soul en la vena jamaicana de “City runnings”, acompasada y melancólica en la voz del guitarrista Alberto Tarín.

New York Ska Jazz Ensemble Bilbao

New York Ska Jazz Ensemble BilbaoPero estos tipos saben a lo que juegan y en Bilbao tocaba hacer danzar a una predispuesta concurrencia. Improvisaciones jazz con ritmo incandescente y bailón (“Take 5”, de Dave Brubeck), géiseres de poso skatalítico que navegaban sustentados en los fraseos lanzados por trombón y saxo, ecos ritmanbluseros con el teclado como protagonista y sonidos jamaicanos vacilones (“You’re so fine”). Sumémosle actitud del grupo y ganas de pasarlo bien del respetable y la ecuación sale sola. Fin de fiesta apoteósico con la gente bailando pogo y dos bises que acabaron de abrasar el patio de butacas.



Tras un año 2010 sobresaliente en cuanto a número de grupos degustados, el 2011 no ha empezado nada mal. Que siga así.

Por Larrypas

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