Crónica Concierto Kiss en Barcelona junio 2010

Esto es lo que nos cuenta El Periodico de Catalunya sobre el paso de Kiss esta pasada noche por Barcelona. Muy parecido a lo que nos contaban otros medios de lo ocurrido en Madrid y desde luego una crónica un tanto sosa. Aquí os la dejo.

Kiss inflama el Sant Jordi con su pirotecnia circense

Para saber quiénes son Kiss, por qué es grupo de culto, no basta con escuchar sus discos. Ellos representan como pocos la noción del rock como espectáculo. Y para adentrarse en su mundo de dibujo animado hay que verlos en directo, con ese volumen de locos, esas lenguas fuera, sus maquillajes, el bramido de fuego y los chorros de sangre de pega. No vale simplemente con escuchar discos en directo como Alive! (1975) y Alive II (1978), considerados la mejor puerta de entrada al universo de estos autodenominados siervos de Satán. Hay que estar ahí.
zoom Gene Simmons, cantante de Kiss, en el 'show' de anoche en el Sant Jordi.

Desde 1997 el público de Barcelona no tenía la oportunidad de asistir al ritual regresivo que es un concierto de Kiss. Anoche, el Palau Sant Jordi no estaba lleno, pero el público presente (11.000 espectadores) compensó con los claros con su entusiasmo, Los que acudieron tuvieron la oportunidad de disfrutar, quizá por última vez, con el gran circo rock de estos sexagenarios adolescentes.

La banda neoyorquina venía a presentar su inesperado primer disco en más de una década, Sonic boom (2009), cuyo título, suponemos, nada tiene que ver con el homónimo miembro fundador del grupo Spacemen 3. Pero todo el mundo estaba allí para escuchar los oldies. Y por el fuego, la sangre, la tirolina. Claro.

LOCURA PRIMITIVA
Gene Simmons (bajista, voz) y Paul Stanley (guitarra rítmica y voz principal) son los únicos supervientes de la alineación original, pero sus aliados Tommy Thayer (guitarra) y Eric Singer (batería) se mostraron perfectamente integrados en la banda; entregados a ciegas a la locura primitiva que caracteriza a la formación. Rock'n'roll calenturiento, nutrido de sensualidad glam, masculinidad metal y una cierta suciedad proto-punk, ejecutado con profesionalidad consumada.

Arrancaron con Modern day Delilah, el primer single de Sonic boom, pero hicieron pocas paradas adicionales en el nuevo material; solo Say yeah, cuyo estribillo enseñó primero Stanley a corear, y I'm an animal, que ya anda cerca de convertirse en una pieza estelar para Simmons. Si dejamos a un lado algunas paradas escogidas en el material de los 80 y 90

–Crazy crazy nights, una I love it loud coronada de hemoglobina, Lick it up y, ya en el bis, su versión del God gave rock'n'roll to you de Argent–, el resto de la actuación se basó en temas clave de su discografía de los 70.

Espacio preferente para el temario de su debut de 1974 con Cold gin, Firehouse –con Simmons escupiendo fuego en su desenlace–, 100,000 years, Black diamond –que siempre fue mejor en la versión de The Replacements, en parte por extirpar aquella innecesaria coda–… Y lluvia también de hits del álbum Destroyer (1976), estos justo antes del bis: la trágica Detroit rock city y dos temas, Beth y Shout it out loud, recuperados hace poco en un episodio de Glee que celebraba la teatralidad en la música popular. Pocas sorpresas, salvando el amago de ¡Una paloma blanca!

PURO TEATRO
Las bocanadas de fuego y los chorros de sangre estuvieron bien, al igual que esas constantes explosiones de fuego, pero el verdadero espectáculo no llegó hasta el bis. Con la discotequera I was made for lovin' you, Paul Stanley se disparaba en tirolina hasta casi al fondo del escenario sobre una plataforma giratoria, para el fervor y la locura populares. Fue el momento más extático del concierto, aunque tampoco puede desdeñarse ese cierre definitivo con Rock and roll all nite –el tema que viene cerrando casi todos sus directos desde 1976– y esa batería levitando como por arte de magia. Evasión bombástica.

Fuente: Elperiodico.es

4 comentarios:

  1. Anónimo25/6/10

    Están los conciertos... y después está lo que viví anoche en Barcelona.
    COLOSAL

    ResponderEliminar
  2. Otro como el de El País, aunque éste se muestra bastante más respetuoso. Eso sí, que se note que chana, mentando a Spacemen 3 y a Replacements sin venir demasiado a cuento. Lo que hay que leer...

    ResponderEliminar
  3. Qué suerte Anónimo, yo también los disfruté en Vitoria.

    Luisma, este al menos ha sido más comedido. Nada que ver con el del País

    ResponderEliminar
  4. A mi esta crónica no me ha disgustado, no es muy crítica musicalmente hablando, pero es que la del País.. vamos, me encuentro al intento de periodista que escribió esa crónica y le meto los cuernos que tan poco le gusta por el culo, menudo inepto.

    ResponderEliminar

No te cortes y deja tu comentario